"Los cuatro se declaran no culpables", aseguró Murat Musáyev, abogado del chechén Dzhabrail Majmúdov, acusado de seguir los pasos de Politkóvskaya hasta su asesinato el 7 de octubre de 2006, según las agencias rusas.

Los cuatro inculpados, tres de ellos de asesinato, se manifestaron dispuestos a "prestar testimonio", ya que, según Musáyev, "no tienen nada que ocultar".

El abogado aseguró que el 98 por ciento de las pruebas presentadas en contra de su representado por la Fiscalía se basan en "conjeturas y suposiciones".

El juez del Tribunal Militar de la región de Moscú, Yevgueni Zúbov, decidió hoy que el juicio sobre Politkóvskaya se celebraría a puerta cerrada, debido a que el jurado se negaba a entrar en la sala en presencia de la prensa.

El pasado lunes, el tribunal había dictaminado que las vistas serían abiertas, tal y como había solicitado la familia y en contra de la opinión de la Fiscalía, que arguyó que entre los materiales del caso existen documentos considerados secretos de estado.

La víspera, el tribunal eligió a los doce miembros del jurado popular que deberá emitir un veredicto sobre la culpabilidad o inocencia de los acusados por el asesinato de la periodista.

El hijo de la periodista, Iliá Politkovski, ha denunciado que en "el banquillo de los acusados sólo figura una pequeña parte de los implicados" en el asesinato perpetrado en Moscú el 7 de octubre de 2006.

El presunto autor material del crimen, identificado como Rustam Majmúdov, es objeto de búsqueda y captura internacional, y su fuga ha sido muy criticada, particularmente por el semanario "Nóvaya Gazeta", donde Politkóvskaya trabajó desde 1999 hasta su muerte.

En el banquillo de los acusados están dos hermanos Majmúdov, como supuestos cómplices, y también el ex policía Serguéi Jadzhikurbánov, que les podría haber asistido en el asesinato.

Además, es procesado por abuso de poder y extorsión el coronel de los servicios secretos rusos Pável Riáguzov, quien podría haber facilitado a los asesinos la dirección de Politkóvskaya.

El asesinato fue perpetrado cuando la periodista preparaba un artículo sobre las torturas sistemáticas en Chechenia, que fue publicado por sus compañeros cinco días después de su muerte.