La Fiscalía de Viena ha incluido los cargos de asesinato, esclavitud, violación, reclusión, coacción e incesto en el pliego formal de acusaciones contra Josef Fritzl, el austríaco que mantuvo a su hija encerrada durante 24 años en el sótano de su casa.

La acusación implica que Fritzl, de 73 años, puede ser condenado a cadena perpetua, al entender el fiscal que es responsable de la muerte poco después de nacer de uno de los siete niños fruto de las innumerables violaciones a su hija.

Según la Fiscalía, el acusado, "pese a tener conocimiento de la situación de peligro para la vida del bebé, omitió premeditadamente disponer la necesaria ayuda de terceros".

Esta acusación se basa en un informe pericial que concluyó que el niño, gemelo de otro que , habría sobrevivido si hubiera recibido atención médica. El peritaje se basó en las declaraciones de la hija de Fritzl y madre del niño, Elisabeth, que aseguró que nada más nacer Michael, como llamó al bebé, se percató de que "algo no iba bien".

La mujer aseguró que su padre, y a la vez padre de la criatura, no reaccionó ante los evidentes problemas de salud del pequeño. Setenta horas después del parto, Michael murió.

La versión del conocido como "el carcelero de Amstetten" es que él no asistió al parto, que no visitó a su hija en el sótano inmediatamente tras el nacimiento y que no se enteró de que había sido padre de gemelos hasta que el niño ya estaba muerto y su hija le entregó el cadáver para que lo enterrara.

Fritzl incineró el cuerpo del bebé en la caldera de la casa. Además, el pliego de cargos incluye el de esclavitud, al indicar que Elisabeth, hoy de 42 años, estuvo sometida a un "estado similar a la esclavitud" entre el 29 de agosto de 1984 y el 26 de abril de 2008, cuando fue liberada.