Los acuerdos incluyen el establecimiento, por primera vez, de conexiones marítimas y postales directas y el aumento de la oferta aérea puesta en marcha recientemente, aunque también contemplan la creación de un canal de comunicación directo entre Pekín y Taipei para discutir asuntos como el de la seguridad alimentaria (un tema de actualidad tras el escándalo de la leche adulterada con melamina de China e importada otros países).

Así pues, el número de vuelos comerciales directos entre el gigante asiático y la isla pasará de los actuales 36 semanales a 108, que además se repartirán a lo largo de toda la semana (el acuerdo vigente hasta ahora consistía en una oferta de "fin de semana", de viernes a lunes).

El trayecto será completamente directo, ya que no pasará por Hong Kong. Esto permitirá, según apuntó el negociador taiwanés, Chiang Pin Kung, director de la Fundación de Intercambio entre el Estrecho, reducir el consumo de combustible entre un 40 y un 50 por ciento, además de disminuir el tiempo de trayecto (que caerá en una hora exacta hasta una hora y 22 minutos en el caso del trayecto Shangai-Taipei y dos horas y 46 minutos en el de los vuelos Pekín-Taipei).

Los aviones taiwanesas seguirán partiendo de ocho aeropuertos (además de Taipei, se incluyen los de las ciudades de Kaohsiung o Taoyuan), mientras que China incrementará el número de ciudades con autorización para fletar aviones a la isla de las cinco actuales hasta un total de 21.

Además, los acuerdos permiten también los aviones de carga, en total 60 al mes, que podrán partir de cuatro puntos en total, por un lado Shangai y Cantón en China, y por otro Kaohsiung y Taoyuan en Taiwán. Finalmente, se permitirá ampliar en hasta 30 vuelos, de ida y vuelta, la oferta en la temporada alta de octubre y noviembre.

VÍAS MARÍTIMAS Y POSTALES

Entretanto, las conexiones marítimas, un total de 63 puertos de China continental y de 11 taiwaneses, podrán además enviar o recibir cargamentos del otro lado del Estrecho sin pagar aranceles. La duración del trayecto caerá entre 16 y 27 horas, y los costes de un 15 a un 30 por ciento, señaló Chiang.

En cuanto a las conexiones postales, tanto China como Taiwán acordaron la implantación de vínculos directos (en concreto, entre ocho puntos en China y cinco en la isla) que facilitarán la recepción de cartas, pequeños paquetes y envíos postales y reducirán de siete a diez días el plazo de entrega.

Además de los que se han dado en llamar los "tres vínculos directos", obstaculizados hasta ahora, en virtud del acuerdo de hoy se establecerá un mecanismo de alerta rápida ante casos que puedan atentar contra la salud pública de ambos territorios.

El sistema deberá desarrollar vías para ayudar a consumidores y fabricantes y garantizar la entrega de indemnizaciones. Mientras que el resto de convenios entrará en vigor en 40 días, el de cooperación en materia de seguridad alimentaria será efectivo en una semana, para clarificar la crisis desatada a raíz de la leche adulterada con melamina en China.

INTERCAMBIO DE REGALOS

El acto de hoy pudo ser seguido por televisión, donde se mostraron imágenes de los dos máximos responsables participantes (Chiang Pin Kung junto con su homólogo chino, Chen Yulin, presidente de la Asociación para las Relaciones a Través del Estrecho de Taiwán), estrechándose la mano tras la firma de un acuerdo que conllevará el aumento del intercambio comercial en miles de millones de dólares.

Las dos autoridades intercambiaron también regalos. Chiang le entregó a Chen una caligrafía china enmarcada en la que podía leerse "Un acuerdo pacífico para una situación de beneficio mutuo". Chen, por su parte, ofreció al taiwanés una escultura en cristal de dos manos estrechándose, símbolo, declaró, de paz y cooperación.

Ambas partes volverán a reunirse previsiblemente a principios del próximo año, en una cita en la que se abordarán temas como el de la creación de un marco común en materia de Derecho Penal o la protección de los inversores taiwaneses en China. También se analizarán los sectores financiero y bancario, laboral, y pesquero, así como la situación de la prensa o el sistema educativo.

China sigue reclamando la soberanía de Taiwán, a la que considera una provincia rebelde desde que las fuerzas del Kuomingtang huyeran a la isla tras perder la guerra civil frente al Partido Comunista Chino, en 1949.

Sin embargo, la política se ha dejado a un lado para llegar al actual acuerdo. Las relaciones entre Pekín y Taipei han mejorado notablemente desde la subida al poder del actual presidente taiwanés, Ma Ying Jeou, que abogó durante su campaña por un acercamiento a Pekín para mejorar la economía de la isla aunque sin por ello comprometer el actual 'status quo' de la isla.

La estrategia le ha valido a Ma las críticas de los seguidores del Partido Progresista Democrático (PPD), apeado del poder a principios de año y que ha organizado varias concentraciones en las que acusa al actual líder de venderse a Pekín.

Ma se reunirá con el negociador chino este jueves, en un encuentro en el que se espera que transmita a Chen el deseo de que China deje a Taiwán un mayor margen de movimientos en la esfera internacional y retire los más de un millar de misiles que apuntan actualmente hacia la isla.