Las autoridades explicaron que una primera explosión empujó a la gente a salir a ver qué pasaba y en ese momento una segunda bomba de mayor intensidad, escondida en un cesto de basura, explosionó entre la multitud.

"Esto es un ataque terrorista", dijo el gobernador de la ciudad, Muammer Guler. Un testigo apuntó que "decenas de personas estaban desparramadas. Las cabezas, los brazos de la gente salieron volando por el aire". Se trata del atentado suicida más mortífero perpetrado en Estambul desde 2003.

"Condeno a los que cometieron este ataque con bombas, que nos muestra el deseo inhumano de crueldad y violencia del terrorismo, sin discriminar entre hombres o mujeres, jóvenes, viejos o niños", dijo en un comunicado el presidente turco, Abdulá Gul.

Ningún grupo se ha atribuido los atentados. En un primer momento los medios atribuyeron las explosiones a un escape de gas. Poco después, la Policía apuntó sus sospechas hacia el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), por considerar que el tipo de explosivo es similar al utilizado por esta formación en otros antentados anteriores.

No obstante, la Policía señaló que aún era demasiado pronto para establecer una autoría concreta. De momento la investigación continúa abierta y muy centrada en el estudio de las cámaras de vigilancia de los edificios cercanos al lugar de la explosión. Según la prensa, ya han sido detenidas tres personas en relación con este doble atentado.