Su padre era miembro del grupo armado monárquico y nacionalista serbio de los 'chetniks' y fue encarcelado cuando Radovan todavía era un niño. A los quince años, Radovan Karadzic pasó a residir en Sarajevo, capital de la entonces república yugoslava de Bosnia, donde se licenció en Psiquiatría.

En julio de 1990 comenzó su actividad política con la fundación del Partido Democrático de Serbia (SDS) de Bosnia y Herzegovina con el objetivo de atraer a todos los serbios de la moribunda Yugoslavia a fin de constituir la Gran Serbia.

En marzo de 1991 defendió la creación en Bosnia de una confederación de tres Estados para cada una de sus comunidades dominantes, la serbia, la croata y la bosniaca musulmana, y en octubre de ese mismo año impulsó la formación en Bosnia de unas Provincias Autónomas de Serbia (SAOs) representadas en una Asamblea propia. Un mes más tarde, los serbo-bosnios votaron en referéndum por amplísima mayoría en favor de su integración en un Estado común que abarcara a Serbia y Montenegro.

En enero de 1992, Karadzic fue elegido presidente de la llamada Republika Srpska (RS), entidad serbia de Bosnia, cuya independencia proclamó unilateralmente con el nombre de República del Pueblo Serbio de Bosnia y Herzegovina.

En febrero y marzo de ese mismo año se celebró el referéndum de autodeterminación en Bosnia y Herzegovina, que fue boicoteado por los serbios y en el que las otras dos comunidades, bosniacos musulmanes y croatas (que representaban más del 60 por ciento del electorado), votaron por amplísima mayoría a favor de la independencia. El 6 de abril de 1992, el nuevo Estado fue reconocido por la ONU.

La vieja Yugoslavia había quedado herida de muerte y para Bosnia había comenzado la tragedia. En mayo de ese año, Karadzic constituyó su propio Estado con capital en Pale y asumió una presidencia que le confería el mando absoluto del Ejército.

LA GUERRA

El conflicto armado comenzó ese mismo 6 de abril y duró hasta el 14 de diciembre de 1995. En los inicios de la guerra, los serbios llegaron a ocupar por la fuerza el 70 por ciento del territorio de Bosnia, en el que llevaron a cabo una dura campaña de limpieza étnica. La entrada de la OTAN en 1995 internacionalizó el conflicto y permitió avances a la alianza croata musulmana que finalizaron con el armisticio y la firma en noviembre de ese año de los Acuerdos de Dayton, en los que se diseñó el mapa definitivo, hasta la fecha, de Bosnia y Herzegovina.

El precio de la guerra fue de alrededor de 100.000 muertos, según las estimaciones más moderadas, y cerca de dos millones de refugiados y desplazados. El 65 por ciento de las víctimas totales eran musulmanes (un porcentaje que sube al 83 por ciento de las víctimas exclusivamente civiles) y el 25 por ciento serbios.

Durante la guerra de Bosnia hubo dos episodios particularmente trágicos para la población civil, y sobre ambos planea la figura de Karadzic. Uno de ellos es el cerco a Sarajevo, que comenzó el mismo día de la proclamación de la independencia de Bosnia y causó la destrucción de la ciudad a causa de los bombardeos. "Los de Sarajevo no contarán sus muertos, contarán a sus vivos", declaró Karadzic en 1993.

Se calcula que durante los 43 meses de cerco murieron 10.000 personas, incluidos 1.600 niños, y se registraron numerosas matanzas, violaciones masivas y torturas en campos de concentración. Desde entonces han aparecido cerca de 300 fosas comunes y se calcula que hubo casi 30.000 desaparecidos, en su inmensa mayoría civiles bosniaco musulmanes.

El otro gran episodio de genocidio de la guerra se produjo en Srebrenica, en el este de Bosnia. El 11 de julio de 1995, la "seguridad" aportada por la ONU no salvó a esta desdichada localidad de mayoría musulmana de sufrir el devastador ataque de las tropas serbobosnias, que culminó con el asesinato de entre 7.000 y 8.000 personas de sexo masculino de todas las edades. Fue la peor matanza registrada en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

En julio de 1995, Karadzic fue acusado por el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) de autorizar el asesinato de civiles durante el sitio de Sarajevo y cuatro meses más tarde fue acusado de orquestar la matanza de Srebrenica. Karadzic permanecía en paradero desconocido desde 1997, aunque se cree que vivió en Belgrado hasta 2000, cuando el derrocamiento del presidente yugoslavo y su principal mentor, Slobodan Milosevic, le obligaron a esconderse.

Hasta mayo de 2002 residió en Serbia protegido por su Ejército, y aunque desde entonces se perdió su pista todo apunta a que siguió viviendo en Belgrado sin sufrir demasiadas molestias. La anterior fiscal jefe del TPIY, Carla del Ponte, había acusado reiteradamente a Serbia, a la RS, a las fuerzas de la OTAN y a la UE de "falta de voluntad política" para detener tanto a Karadzic como al jefe militar serbo-bosnio durante la guerra, el general Ratko Mladic.

En septiembre de 2007, Del Ponte incluso denunció que en 1996, un año después de que el Tribunal acusara al dirigente serbobosnio de genocidio y crímenes de guerra y contra la Humanidad, Karadzic había llegado a un acuerdo con el mediador norteamericano, Richard Holbrooke, por el cual aceptaba abandonar la política a cambio de garantías de que no sería detenido.

Su detención, que muy seguramente tuvo lugar en Belgrado, permitirá a Serbia su acercamiento a la Unión Europea, ya que tanto su captura --y la de Mladic-- como su entrega al Tribunal de La Haya han sido una de las principales condiciones para facilitar el ingreso de Serbia como miembro de la UE. La noticia se produce, además, a pocas fechas de la celebración de una cumbre de ministros de Asuntos Exteriores de la UE con el objetivo de analizar las relaciones con Belgrado tras la formación del nuevo Gobierno serbio.