El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, recalcó ayer que "para luchar por la paz no tenemos que pedirle permiso a nadie" y aseguró que las FARC de Colombia también quieren trabajar por la paz.

"Para luchar por la paz no tenemos que pedirle permiso a nadie, sobretodo cuando se pone en riesgo la seguridad de la región y los países fronterizos con Colombia y la seguridad de los países centroamericanos", declaró Ortega anoche durante su discurso en conmemoración del 29 aniversario de la revolución sandinista.

Esta es la primera declaración del presidente nicaragüense después de que el pasado jueves el Gobierno de Colombia desautorizara en una nota de protesta "cualquier gestión" de Ortega ante "una organización terrorista" como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

"Cualquier actividad que se desarrolle en tal sentido tiene que contar con la aprobación el Gobierno de Colombia", advirtió en Bogotá el ministro de Exteriores, Jaime Bermúdez, que ese mismo día tomó posesión del cargo. Ortega dijo en su discurso que ha encontrado "disposición del secretariado de las FARC para trabajar en favor de la paz" en Colombia, sin mencionar cómo le ha comunicado esa voluntad.

"Yo les digo a los hermanos de las FARC que nosotros estamos dispuestos a dialogar y conversar para trabajar por la paz en Colombia, porque bien se la merece ese pueblo y los pueblos latinoamericanos y caribeños", dijo el líder sandinista.

Con Chávez y Lugo

El dirigente sandinista, el último en hablar, tras las intervenciones de los presidentes de Honduras, Manuel Zelaya; de Venezuela, Hugo Chávez, y el presidente electo de Paraguay, Fernando Lugo, presentó a la multitud congregada a dos de las jóvenes que se hallaban en el campamento de la guerrilla colombiana en Ecuador, el 1 de marzo pasado, cuando fue atacado por el ejército colombiano. "Acérquense, dijo Ortega a Susana y Lucía Morret, que la Interpol no las está deteniendo. La Interpol quiere detenerlas o asesinarlas".

En su turno, Chávez afirmó que la revolución sandinista sigue viva y es aún "fuente de inspiración".

Por su parte, Fernando Lugo pidió perdón a los nicaragüenses porque Paraguay acogió al general Somoza.