Los secuestradores se mostraron sorprendidos por la muerte y culparon de ella a Londres, que hoy volvió a mostrar su repulsa por este secuestro en boca del primer ministro, Gordon Brown, quien también pidió la liberación "inmediata" de los cuatro cautivos aparentemente aún con vida.

El vídeo difundido hoy por 'The Sunday Times' comienza bajo el título de 'Inhitar', suicido en árabe, y arranca con una fotografía del supuesto suicida, de nombre Jason. Los secuestradores informaron así de esta muerte, al parecer ocurrida el pasado 25 de mayo, cuatro días después de que se cumpliese el primer año de la captura, ocurrida en Bagdad. Precisamente Jason aparecía en la primera prueba de vida de los rehenes, difundida el pasado mes de diciembre. Figuró en un vídeo en el que los propios captores amenazaban con poner fin a su vida si no se procedía a la retirada de las tropas británicas en Irak.

Además, el documento difundido hoy, según informaciones recogidas por otr/press, muestra a otro de los rehenes, Alan, uno de los cuatro guardaespaldas raptado junto a un instructor informático, quien asegura que el tratamiento por parte de la milicia es bueno, aunque físicamente no se encuentra bien y "psicológicamente peor ante la idea de no volver a ver a su familia".

RESPUESTA DE LONDRES

El documento acusa al Gobierno británico de no responder a las llamadas de ayuda de los rehenes, que desde su secuestro sólo ha aparecido en dos vídeos. El Ministerio de Asuntos Exteriores británico trata ahora de verificar el último documento y comprobar si realmente Jason ha fallecido, aunque reconoció que la intención de los terroristas es "causar una profunda inquietud a las familias de los cinco secuestrados".

En cualquier caso, Brown confirmó que el caso se está tomando muy en serio y, desde Israel, difundió un vídeo-comunicado de respuesta al "repugnante" vídeo, que a su juicio "se añade a la angustia de las familias". "Estos hombres han sufrido suficientes", añadió, instando a las milicias a liberar a los rehenes "inmediatamente".

La principal demanda de la Resistencia Islámica gira en torno a la retirada inmediata de las tropas británicas desplegadas en el país árabe, pero como recordó el 'premier' el sábado, no se fijarán "plazos artificiales" para comenzar el repliegue. Durante una visita sorpresa a Irak, Brown se reunió con el primer ministro y el presidente locales y aplaudió los "importantes avances" registrados en cuanto a la reducción de la violencia. Sin embargo, y tras el retraso de la retirada inicialmente prevista para la pasada primavera, por el repunte de la conflictividad, el despliegue militar se mantiene en 4.000 soldados.