Brasil es el tercer inversor extranjero en Colombia, con 529 millones de dólares en el 2007 (casi 334 millones de euros y 25 veces más que en el 2006), mientras que el flujo inverso de capitales es notablemente inferior, con 201 millones de dólares (unos 127 millones de euros) de Colombia hacia el país vecino.

En cuanto a las exportaciones, las ventas de Colombia hacia Brasil fueron de 429 millones de dólares (270 millones de euros) el año pasado, casi el doble que en 2006, mientras que en sentido inverso el monto alcanza los 2.250 millones de dólares (1.420 millones de euros).

Pese al crecimiento sostenido de las relaciones económicas, los dos gobernantes coincidieron en la necesidad de equilibrar el flujo comercial entre ambos países.

Uribe agradeció a Lula su tesón para "sacar adelante" la Unión Sudamericana de Naciones (UNASUR), un proyecto que debe mucho "a su insistencia, a su visión sobre la necesidad de la comunidad creciente de los países suramericanos".

Los mandatarios destacaron que los 1.600 kilómetros de frontera común deben ser razón suficiente para fomentar la participación mutua en sus economías y para ello será necesario alcanzar una mayor integración de sus infraestructuras.

Ambos destacaron además la participación de la estatal de petróleos colombiana Ecopetrol en la exploración y explotación de crudo en Brasil, gracias a la invitación de la homóloga brasilera Petrobras.

En cuanto a los biocombustibles, Uribe reconoció la ayuda brasileña y enfatizó en la necesidad de compatibilizarlos con la seguridad alimentaria y el respeto ecológico de la selva, que representa el 51 por ciento del área de Colombia, y propuso la creación de una certificación conjunta de buenas prácticas.

Además, mostró su disposición a que Brasil lidere el desarrollo de la industria aérea regional, la implantación del ferrocarril del Carare (nordeste) y la construcción de plantas hidroeléctricas en Colombia.

Uribe apuntó que se debe tener en cuenta que apostó antes por el acuerdo entre la Comunidad Andina de Naciones (CAN, de la que forma parte Colombia) con el Mercado Común del Sur (Mercosur, en el que se sitúa Brasil), que por el Tratado de Libre Comercio (TLC) con los Estados Unidos.

Aseguró que los indicadores macroeconómicos del país mejoraron ostensiblemente, pero reconoció "problemas coyunturales", como el aumento de la inflación, de los precios del petróleo, de los alimentos y de los fertilizantes, así como la apreciación de la moneda.

La receta fue condenar el "capitalismo salvaje" y "proteger a los sectores más vulnerables y mantener confianza inversionista", una meta que se debe alcanzar mediante la transparencia, la solidaridad y la política de "seguridad democrática".

"Pueden tener confianza que en este país, hay una determinación total del pueblo, de las fuerzas armadas constitucionales y del Gobierno de avanzar todos los días hasta tener total seguridad", insistió.

Por su parte, Lula dejó claro desde un principio que "ningún problema interno de un país impedirá la integración", y destacó cómo su país imita a Colombia en materia de lucha contra la degradación y la violencia, en las "favelas".

En un discurso más social, el brasileño criticó con dureza la política de inmigración de la Unión Europea y las trabas que pone a la entrada de latinoamericanos, y exigió al Parlamento comunitario "que el tratamiento a nuestros hermanos sea el mismo que les dimos nosotros cuando eran pobres".

En cuanto al alza de los precios, advirtió de que "cuando la inflación es mundial, no tiene una solución nacional", por lo que se requiere de "medidas globales" que complementen a las de cada país.

Además, condenó severamente la especulación financiera de algunos países que funcionan como "verdaderos casinos", en alusión a la crisis de las "subprimes" o créditos de riesgo estadounidenses y que son causa importante de la actual situación de alza mundial de precios.

Tras inaugurar el encuentro empresarial, los dos mandatarios se trasladaron a la Hacienda Presidencial de Hato Grande, a las afueras de Bogotá, para una reunión bilateral en la que suscribirán nueve acuerdos en los ámbitos de la defensa, comercio y medio ambiente, entre otros.

Lula participará mañana en la ciudad amazónica de Leticia en la celebración del Día de la Independencia de Colombia junto al gobernante de Perú, Alan García, como invitados de honor de Uribe.

Allí está previsto un concierto multitudinario encabezado por la cantautora colombiana Shakira y un desfile militar, que coincidirán con marchas en el país y el exterior de repudia al secuestro.