Betancourt dedicó la condecoración a Colombia y a sus compañeros de cautiverio rescatados junto a ella el pasado 2 de julio en español y con una voz quebrada por la emoción, dedicatoria que extendió igualmente a los que murieron en cautividad y a los que "siguen esperando su turno".

"Voy a hablar en español porque este es un momento que le dedico a Colombia, a mis compañeros, que vivieron conmigo tantos momentos difíciles", dijo Betancourt en las escalinatas del palacio presidencial francés flanqueada por su familia y por el jefe del Estado galo.

"Esta condecoración, que no me merezco, es para ellos, para todos aquellos que fueron liberados conmigo el 2 de julio", añadió nombrando a continuación a todos ellos.

También quiso hacer un reconocimiento a "los que nunca podrán volver", a los que murieron en cautividad, como los doce diputados de Cali asesinados por las FARC y "a los que están esperando su turno". "Pienso en ellos porque esta distinción la merecen más que yo. Y se la ofrezco a ellos desde el Elíseo", resaltó.

Dijo que, llevando la condecoración, llevaba "todo el cariño y toda la lucha" para lograr su liberación que le ha acompañado estos "largos años", "fortalecido" a su familia y han dado "esperanzas" a todos los que con ella estaban en la selva colombiana.

A continuación explicó que vuelve a ser "poco a poco" ella misma y tiene la impresión de que lo que vivió hace apenas quince días le parece lejano, pero que, cuando es consciente de que todo eso le parece distante, su corazón se "encoge" porque sus compañeros de infortunio siguen allí todavía en las manos de las FARC, "no tienen voz, están solos y puede que sean peor tratados" ahora que ella está libre.

CARLA Y SU BELLA VOZ

Por eso, Betancourt pidió continuar la lucha y seguir hablando de los secuestrados, mantener esperanza y no olvidar. "Hace falta que sean liberados rápidamente. Es una cuestión de tiempo", agregó. Girándose luego hacia Sarkozy y su esposa, dijo: "Evidentemente cuento con usted, señor presidente. Cuento con Carla, con su bella voz y su corazón".

Por su parte, Sarkozy, destacó que, durante seis años y cinco meses, en "una de las selvas más inhóspitas del mundo, en manos de extorsionadores medievales" Ingrid Betancourt permaneció "digna, recta, orgullosa y valiente".

"Ha sido --continuó-- un ejemplo para todos nosotros. La República debe mostraros su admiración y su reconocimiento". Sarkozy pidió igualmente un aplauso para su familia y los hijos de Ingrid que fueron, dijo, "excepcionales", durante todos estos años.

"Carla y yo, el conjunto de la nación quiere deciros que te queremos, que estamos contentos de haberte vuelto a encontrar y que te quedes el mayor tiempo posible en Francia, porque en Francia estás bien, estás segura y aquí te quieren, Ingrid Betancourt", le dijo Sarkozy.

"Ingrid eres un símbolo de esperanza y en nombre de la República francesa os impongo la Legión de Honor", prosiguió Sarkozy entre aplausos. Finalizado el momento de la imposición, le regaló a la condecorada un ramo de flores.