Al Asad y Sarkozy se dieron la mano y posaron para los fotógrafos en el Palacio del Elíseo después de que el presidente sirio pasó revista a un destacamento de la Guardia Republicana, tras lo cual comenzó la reunión.

El encuentro estuvo precedido por una entrevista entre Sarkozy y el presidente libanés, Michel Sleiman, e irá seguido de otro que agrupará a los tres junto con el presidente del Consejo de Cooperación del Golfo, el emir de Qatar, jeque Hamad Bin Jalifa al Zani, tras la cual se producirá una declaración conjunta.

La visita de Al Asad a París es la primera con carácter oficial desde junio de 2001 y supone la vuelta del presidente sirio a la escena internacional tras el desbloqueo de la crisis política en el Líbano y el inicio de las conversaciones indirectas entre Israel y Siria con la mediación de Turquía.

La presencia del presidente sirio en París, donde mañana, domingo, participará en la cumbre Euromediterránea que lanzará el "Proceso de Barcelona: Unión por el Mediterráneo", es aguardada con expectación por ver si continuará su alianza con Irán o intentará un acercamiento a Occidente.

Sarkozy reanudó los contactos con el presidente sirio a finales de mayo, después de la elección de Sleiman como presidente del Líbano, una vez desbloqueada la crisis de ese país en virtud de los acuerdos de Doha.

Los contactos entre París y Damasco habían quedado suspendidos en diciembre ante lo que Francia consideraba falta de cooperación siria para desbloquear la crisis política libanesa.

Las relaciones franco-sirias entraron en crisis tras el asesinato en febrero de 2005 de Hariri, amigo personal del entonces presidente francés, Jacques Chirac.

La responsabilidad del asesinato de Hariri fue atribuida por el entorno de éste a Siria, y supuso el primero de una serie de atentados que costaron la vida a políticos o responsables libaneses de tendencia antisiria.

Además del deshielo con París, la visita de Al Asad se produce pocas semanas después de otro indicio de posible apertura en Damasco: el anuncio de que Siria e Israel habían iniciado contactos indirectos, con la mediación turca, sobre el futuro de los Altos del Golán, ocupados por los israelíes desde la Guerra de los seis días, de 1967.