Ambos se reunirán en el Centro de Refinación de Paraguaná, 500 kilómetros al oeste de Caracas, y, tras un almuerzo, está previsto que firmen una declaración conjunta y un acuerdo en materia de transporte, y den una rueda de prensa.

"Se trata de la necesidad de retomar el camino, de reactivar las relaciones, aunque eso dependerá de muchas cosas", dijo el presidente venezolano a la prensa.

"Va a ser una reunión muy franca, seguramente con afecto, porque en el fondo de mi alma hay amor hacia Colombia" y porque "hay un potencial muy grande para la unión de nuestros pueblos y nuestras economías", añadió.

Esta entrevista es considerada por los medios y analistas venezolanos como un primer paso para superar la crisis bilateral que comenzó en noviembre de 2007.

Entonces, Uribe retiró a Chávez su confianza para mediar con las FARC en busca de un acuerdo humanitario de intercambio de guerrilleros encarcelados por rehenes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Pero el momento más delicado se presentó el pasado 1 de marzo cuando tropas aerotransportadas colombianas atacaron un campamento clandestino de las FARC en territorio de Ecuador, incursión en la que murieron 26 personas, entre ellas "Raúl Reyes", segundo jefe de dicha organización.

Chávez ordenó entonces la retirada del embajador en Bogotá y el traslado de tropas a la frontera, aunque concretado en unas obsoletas piezas mecanizadas AMX-13 y algunos batallones que fueron alistados a la carrera.

Sin embargo, más perjudicial para ambos países fue la relativa paralización del comercio bilateral que afectó a importantes capítulos de las exportaciones colombianas a Venezuela.

Chávez amenazó entonces con sustituir las compras en Colombia, que ascienden a cerca de 5.000 millones de dólares, y acudir a los mercados de otras naciones, como Brasil y Argentina.

Estas medidas estuvieron acompañadas de ataques verbales en los que Chávez llamó a Uribe "pupilo y un peón de Washington, criminal, lacayo, paramilitar", entre otros calificativos, además de declarar que en Colombia había un gobierno "narcoparamilitar".

Bogotá por su parte amenazó con llevar a Chávez a una corte penal internacional y acusarlo de colaborar con las FARC.

El cambio radical en el gobernante venezolano se produjo hace apenas unos días cuando anunció que recibiría a Uribe como a un "hermano" porque, según argumentó, en las familias también se producen disputas que deben arreglarse.

Después dijo que invitaba a Uribe "para darle la mano, para buscar la integración respetando las particularidades (...) estamos obligados a entendernos con el gobierno que haya en Colombia. \u00A1Yo soy un Jefe de Estado y como tal tengo que actuar!".

Sectores "chavistas" han expresado su desconcierto ante el cambio del gobernante en diversos medios escritos y audiovisuales afines al oficialismo.