Moscú justificó la incursión, que se produjo el pasado miércoles, con la necesidad de frustrar una eventual entrada de tropas georgianas en la región separatista de Osetia del Sur.

"La anexión cínica por parte de la Federación de Rusia de parte inalienable del territorio georgiano ha desembocado en una agresión evidente y muy peligrosa", señaló la Cancillería georgiana, que la víspera llamó a consultas a su embajador en Moscú.

Las autoridades georgianas acusan a Rusia de apoyar militar y económicamente a las regiones separatistas de Abjasia y Osetia del Sur, que se escindieron de Georgia a comienzo de los años 90 tras sendos conflicto armados.

Las dos regiones separatistas, cuyas independencias fácticas nadie reconoce, rechazan cualquier fórmula de arreglo que suponga su permanencia dentro del Estado de Georgia.

Osetia del Sur pugna por su unificación con la república rusa de Osetia del Norte, mientras que los separatistas abjasos han proclamado como su objetivo la creación de un Estado independiente que, en el futuro, podría asociarse a Rusia.

El Ministerio de Exteriores georgiano recalcó que Tiflis "utilizará todos los recursos políticos, diplomáticos y jurídicos a fin de que la comunidad mundial dé una valoración adecuada a las acciones de Rusia en relación a Georgia".

La violación del espacio aéreo georgiano por aviones de guerra rusos se produjo horas antes de la llegada a Tiflis de la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, quien ayer expresó el total respaldo de Washington a la integridad territorial de Georgia.

El Parlamento georgiano se reunirá hoy en sesión extraordinaria para adoptar una "declaración especial" sobre la violación del espacio aéreo georgiano por los aviones de guerra rusos