Las Fuerzas Armadas anunciaron en un comunicado que "habían reforzado sus posiciones en las zonas sensibles para poner fin a los incidentes de seguridad, que amenazan la vida de los ciudadanos", en alusión sobre todo a los barrios de Yabal Mohsen y Bab Tebane.

Las tropas se enfrentarán "de modo firme a cualquiera persona que dispare", agrega el texto, que insta a todas las partes a la contención y a no responder a las provocaciones.

El alto el fuego debería haber entrado en vigor anoche a las 21.00 hora local (18.00 GMT) pero ha comenzado a ser efectivo desde hoy a las 07.00 (04.00 GMT).

Los principales líderes religiosos y políticos de Trípoli mantuvieron ayer una serie de reuniones para poner fin al deterioro de la situación y reclamaron la intervención del ejército con ese fin.

En declaraciones hoy al diario "An Nahar", el muftí de Trípoli, Malek Chaar, dijo que la situación en esta ciudad septentrional, la segunda del Líbano, "necesita la ayuda de todos" y aseguró que apoyaba los esfuerzos militares para mantener la estabilidad y garantizar el regreso de sus habitantes.

Muchos vecinos huyeron de sus casas ante la intensidad de los combates y buscaron refugio en otros barrios más tranquilos.