"Es necesario alcanzar compromisos para mantener a la familia en la misma aventura, la de la Unión Europea", declaró Sarkozy en un Consejo nacional de su partido conservador UMP celebrado en París, al que asistieron los presidentes de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, y del Parlamento Europeo, Hans-Gert Pöttering.

Sarkozy volvió a exponer ante unos 2.000 dirigentes de su partido las prioridades de Francia durante la presidencia semestral de la UE, estrenada el pasado 1 de julio bajo la sombra del "no" irlandés al tratado, la negativa de Polonia a ratificarlo y las reservas expresadas por la República Checa.

Ante las voces que piden una Europa a dos velocidades que permita avanzar a los países miembros que así lo deseen, Sarkozy dijo que "no podemos dejar en segunda división a 80 millones de ciudadanos de Europa del Este que se han unido a nosotros".

Sarkozy dijo que había hablado ayer por teléfono con el presidente de Polonia, Lech Kaczynski, y que volverá a verle el 13 de julio durante la cumbre de la Unión por el Mediterráneo en París.

"Es un hombre honesto y es un hombre de Estado. Firmó (el Tratado) en Bruselas y debe ratificarlo en Varsovia", declaró, y añadió: "confío en él".

Sarkozy también se mostró convencido de que la República Checa ratificará el Tratado, firmado por los líderes europeos el año pasado y que debe facilitar el funcionamiento de una UE ampliada a 27 miembros en 2007.

"Hay que hacer un esfuerzo colectivo y terminar el proceso de ratificación, porque cuando un Gobierno firma un tratado debe asumir su responsabilidad. Y una vez acabado el proceso hablaremos con nuestros amigos irlandeses", señaló por su parte Barroso.

Irlanda es el único de los miembros de la UE en el que por imperativo constitucional el tratado fue sometido a un referéndum, en el que el "no" triunfó el pasado 12 de junio.

Barroso también hizo un llamamiento político "directo" a Francia para "resistirse a la demagogia" y "no ceder a la tentación fácil de hacer responsable siempre a Bruselas cada vez que hay dificultades".

"Europa no es Bruselas, somos todos", dijo en alusión a las críticas vertidas contra él después del rechazo irlandés al Tratado.

Sarkozy y Barroso viajarán juntos hoy a Japón para asistir a la cumbre del G8 que tendrá lugar en la región montañosa del lago Toya en Hokkaido.