Según un comunicado oficial distribuido por la embajada china en Katmandú, el comunicado del "Foro de Solidaridad Nepal Tíbet", al que Pekín calificó de "grupo independentista", carece de fundamento, manifestó la agencia oficial.

"Todos saben que la violencia desatada en Lhasa fue un acto criminal, que incluyó golpes, destrozos e incendios, y fue desarrollado por un grupo de separatistas tibetanos a fin de sabotear los Juegos Olímpicos de Pekín bajo la instigación del círculo que rodea al Dalai Lama", afirmó el desmentido chino.

"No fue en absoluto una manifestación pacífica, pues dio como resultado la muerte de 18 civiles inocentes y más de 300 heridos con muchas escuelas y tiendas destrozadas e incendiadas", añadió.

Según la misma fuente, el Foro es una organización que persigue la independencia del Tíbet y deteriorar las relaciones de amistad entre China y Nepal.

"Tíbet ha sido parte del territorio chino desde tiempos antiguos, lo que es un hecho histórico que no se puede cambiar. Cualquier intento de separar a Tíbet de China está destinado al fracaso", concluyó.

El 3 de junio en Pekín, el jefe de internacional del comité central del Partido Comunista de China (PCCh), Wang Jiarui, expresó a Krishna Bahadur Mahara, miembro de la secretaría central del Partido Comunista de Nepal-Maoísta (CPN-M) y ministro de Información, el respeto del Gobierno y pueblo chinos por el nuevo sistema político de Nepal.

Mahara reiteró que el CPN-M apoya con firmeza la postura china sobre el Tíbet y aseguró que el Gobierno nepalí impedirá actividades contrarias a Pekín en su territorio.

Durante la violencia en Tíbet, Nepal permitió la incursión de policías chinos en su territorio para buscar a tibetanos que huyeron a la nueva república tras la victoria electoral maoísta que sacó del trono al rey Gyanendra.