El opositor Movimiento para el Cambio Democrático (MDC), ganador de los primeros comicios y que actualmente cuenta con mayoría en el Parlamento, confirmó ante la Comisión Electoral del país africano la retirada de la candidatura de su líder, Morgan Tsvangirai, recluido desde el domingo por la noche en la Embajada de Holanda ante el riesgo que corre su seguridad. En los próximos días previsiblemente abandonará este consulado, tras haber recibido del Gobierno garantías aparentes de que no habrá amenazas.

Un portavoz del MDC informó hoy de que el anuncio dado por el líder de la formación, que hace unos días declaró su intención de no acudir a la segunda vuelta, se ha convertido en un hecho palpable. La carta fue enviada a la Comisión Electoral y, según Nelson Chamisa, "de forma muy clara y articulada" comunicó la retirada. El argumento esgrimido por Tsvangirai es que sus partidarios arriesgarían su vida acudiendo a las urnas en las condiciones actuales de violencia, aunque desde el Gobierno de Mugabe se subrayó que era demasiado tarde para dar marcha atrás y retirar la candidatura.

En este sentido, el propio Mugabe reiteró hoy que las elecciones se celebrarán igualmente el día 27, tal y como estaba previsto, en base a una obligación legal. "Ahora dice que quiere negociar", indicó en un mitin el jefe de Estado respecto a su virtual rival, "no rehusaremos negociar, pero por ahora sólo hay una cosa que nos preocupe, y es el proceso legal" de los comicios. "Tsvangirai está asustado, ha buscado refugio en la Embajada holandesa. ¿Para qué? Éstos son votantes, no te van a hacer daño. Nadie quiere matar a Tsvangirai", declaró. Por su parte, el embajador zimbabwense en Naciones Unidas, Boniface Chidyausiku, tachó a Tsvangirai de "bebé llorón", en declaraciones a la BBC recogidas por otr/press. "Siempre ha sido libre de moverse donde quisiera", reprochó.

Entretanto, el líder opositor sigue desde la noche del domingo encerrado en el consulado holandés, donde ha encontrado un refugio no garantizado en las calles. En declaraciones a la radio pública de Holanda, confirmó que "el embajador ha hablado con el Gobierno y se le ha asegurado que no habrá amenazas", por lo que mañana previsiblemente se adoptará una decisión al respecto que podría poner fin a la reclusión. No en vano, preguntado por si tenía intención de abandonar las instalaciones, declaró que "sí", si bien no precisó a dónde se dirigirá y manifestó sus dudas con que se pueda confiar en un "régimen que actúa irracionalmente".

ADVERTENCIAS Y PREOCUPACIÓN

Tsvangirai aprovechó su última entrevista para aplaudir la resolución aprobada a última hora del lunes por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que ve imposible celebrar unas elecciones "libres y justas" debido a la violencia y a las restricciones impuestas sobre el MDC y su entorno. A juicio del dirigente opositor, se trata de una resolución "muy importante", porque "reconoce que hay personas que deben rendir cuentas por la violencia y sitúa de lleno esta responsabilidad en el régimen de Mugabe".

"Estoy seguro de que no podrá seguir por más tiempo desafiando a esa posición internacional", agregó, tanto aludiendo a la ONU como al grueso de los países extranjeros, entre ellos Estados Unidos y Reino Unido, que ya han advertido a Harare de que una votación sin garantías ni candidatos supondrá no reconocer al jefe de Estado que de ella salga. De esta forma, el líder del Congreso Nacional Africano y presumible futuro presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, declaró que la situación de Zimbabwe "se ha ido de las manos, está fuera de control", una opinión también compartida por el presidente de Senegal, Abdoulaye Wade, y la Confederación de Sindicatos de Sudáfrica, que incluso propone una movilización de trabajadores a nivel mundial como crítica a la gestión de Mugabe.