El conflicto, que comenzó hace 101 días, ha supuesto el paro de al menos 20.000 trabajadores de pequeñas y medianas empresas que se vieron obligadas a reducir o suspender sus actividades por la escasez de productos derivada de la huelga y los cortes de carreteras, según cálculos empresariales.

Las cuatro patronales rurales que han convocado la protesta contra el Gobierno ratificaron que la no comercialización de granos con destino a la exportación concluirá esta medianoche hora local (03.00 GMT)

Los dirigentes gremiales intentan convencer a sus bases y a productores agropecuarios no enrolados en las patronales de que levanten los bloqueos de carreteras para poder solicitar una audiencia con la presidenta de Argentina, Cristina Fernández.

La Asociación de Supermercados Unidos y la Cámara de Supermercados pidieron hoy la libre circulación en las rutas y advirtieron de un grave desabastecimiento de alimentos por los bloqueos.

La distribución de combustibles también continúa afectada, sobre todo en el centro y el norte de Argentina, donde en varios puntos los surtidores ya están vacíos.

El conflicto entre los productores agropecuarios y el Gobierno se desató el 11 de marzo pasado, cuando el Ejecutivo impuso un nuevo plan de tributos a las exportaciones de soja, maíz, girasol y trigo.

La medida fue rechazada por los productores rurales, que bloquearon rutas y convocaron cuatro huelgas comerciales que sólo fueron interrumpidas por treguas en las que no lograron llegar a acuerdos con el Gobierno.

El conflicto afectó a la imagen de Cristina Fernández, que afrontó este lunes masivos "cacerolazos" de protesta en las principales ciudades argentinas.

La presidenta anunció el martes el envío al Parlamento de un proyecto para que el Legislativo ratifique su plan tributario.