El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durâo Barroso, consideró hoy "extraordinariamente difícil" hacer cambios en las instituciones de la UE para acomodar a Irlanda tras el rechazo de ese país al Tratado de Lisboa.

"Un cambio institucional (en el Tratado) es extraordinariamente difícil. El Tratado fue negociado largo tiempo por los 27 Estados miembros", afirmó Barroso junto con el primer ministro irlandés, Brian Cowen, con quien se reunió para estudiar las consecuencias del resultado negativo del referéndum de la pasada semana.

Uno de los argumentos de la campaña en contra del Tratado fue que la Comisión Europea debe tener en el futuro menos miembros, por lo que algunos países no tendrán ningún comisario en Bruselas.

Los dos dirigentes mantuvieron una reunión previa a la cumbre de jefes de Estado y Gobierno de la UE que comienza esta tarde en Bruselas, que estará protagonizada en buena parte por la respuesta conjunta comunitaria al "no" irlandés al Tratado.

Cowen señaló que "es necesario" dar a Irlanda "tiempo para analizar el voto y explorar las opciones" posibles, y volvió a decir que es "demasiado pronto" para pensar en un segundo referéndum antes de las elecciones al Parlamento Europeo previstas para junio del año próximo.

Además, afirmó que va a trabajar "intensamente" tanto dentro como fuera de su país para "lograr una solución", y explicó que hablará antes de la cumbre con el presidente de turno del Consejo Europeo, el primer ministro esloveno Janez Jansa, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente de la Eurocámara, Hans-Gert Pöttering.

El presidente de la CE se mostró de acuerdo en "dar tiempo" a Dublín para que busque una solución al "no" irlandés. Tanto Barroso como Cowen coincidieron en que hay que "respetar el voto de los irlandeses" contra el Tratado de Lisboa y a la vez proseguir el proceso de ratificación en los demás países de la UE "Hemos acordado en que la decisión del pueblo irlandés debe ser respetada", señaló el presidente de la CE.

Sin embargo, Barroso insistió en que los siete países que aún no han ratificado el Tratado deben tener oportunidad de hacer oír su opinión, que "también debe ser respetada".

Ambos coincidieron en que la cumbre informal de líderes de la UE que se celebrará el 15 y 16 de octubre en Francia "será una ocasión apropiada para continuar la discusión" en la búsqueda de una solución.

El Tratado ha sido ratificado por la vía parlamentaria por 19 países comunitarios, el último de ellos el Reino Unido, en un procedimiento que concluyó ayer mismo.