"No podemos condenar a Europa al inmovilismo. Llevamos diez años de retraso", dijo Sarkozy tras una reunión con su homólogo checo, Mirek Topolanek, y después de participar en una cumbre del Grupo de Visegrado, integrado por la República Checa, Hungría, Eslovaquia y Polonia.

El líder del Ejecutivo galo instó a "afrontar las consecuencias del no irlandés, sin dramatizar pero tampoco sin minimizar" y, en cualquier caso, "teniendo en cuenta las decisiones de los ciudadanos".

Sobre si le preocupa que otros países no ratifiquen el Tratado durante la presidencia francesa de la UE que comienza el 1 de julio, Sarkozy contestó que "la cuestión es por qué se ve en la Unión Europea una amenaza", y añadió que "hay que evitar que la crisis se profundice".

El inquilino del Palacio del Eliseo avanzó que irá a Irlanda "para ver qué condiciones son necesarias para apoyar el tratado" comunitario y también aseguró que no se va a crear "un abismo entre los países que ya lo han ratificado y otros que no".

Topolanek, que preside el euro-escéptico Partido Democrático Ciudadano (ODS), confirmó que el proceso de ratificación del documento se encuentra paralizado, pues actualmente su contenido se encuentra bajo la lupa del Tribunal Constitucional.

Praga es, sin embargo, uno de los mayores defensores de la ampliación de la UE hacia los Balcanes occidentales, y en especial de Croacia, lo que no es posible según el vigente Tratado de Niza, reconoció el político conservador.

Los checos asumirán las riendas del Consejo europeo el 1 de enero de 2009, tras la presidencia francesa, lo que "pone mayor responsabilidad" sobre la República Checa por la no implementación del Tratado de Lisboa", afirmó asimismo Topolanek.

El checo matizó también que "el no francés y el no irlandés no tienen el mismo peso" para él.

En otro orden de cosas, el líder checo agradeció a su huésped el cese en julio de la moratoria para el libre flujo de trabajadores checos, cuanto inicialmente la medida liberalizadora estaba prevista para el verano del año próximo.

París y Praga suscribieron hoy tres acuerdos, uno de asociación estratégica, otro de cooperación universitario y otro de cooperación en materia de ciencia e investigación.

Sarkozy, que hoy fue invitado a la cumbre del Grupo Visegrado (V4) con Topolanek, el húngaro Ferenc Gyurcsany, el eslovaco Robert Fico y el polaco Donald Tusk, mencionó la política centroeuropea como una de las prioridades de la diplomacia francesa durante su presidencia de la UE.

En ese sentido, identificó Europa central con "crecimiento, juventud, dinamismo y esperanza".