"Siempre contribuiré al beneficio y a la tranquilidad del país.

Espero que todo el mundo me ayude" en esta tarea, dijo el ex rey en un acto multitudinario celebrado en el Palacio Real de Narayanhiti.

"He luchado por la independencia de Nepal y siempre trabajaré para el beneficio de Nepal", prometió Gyanendra.

La Asamblea Constituyente de Nepal proclamó el pasado 28 de mayo la República y abolió la Monarquía, presente en el país del Himalaya desde hace 240 años.

"El país está pasando por un periodo crítico. La Monarquía ha estado en los momentos buenos y en los malos con el pueblo", aseveró el ex rey.

Gyanendra también se defendió de las "insinuaciones" contra su figura, en alusión a la masacre real de junio de 2001, cuando su hermano mayor y entonces rey, Birendra, murió junto a ocho miembros de la familia en el Palacio.

Según la versión oficial, el autor del regicidio fue el príncipe heredero, Dipendra, quien se suicidó después de matarlos, aunque en Nepal muchos siguen creyendo que fue el propio Gyanendra quien planeó el regicidio, ya que poco después accedió al trono.

El ex monarca rechazó estas sospechas y añadió que "no hubo motivos egoístas" en su ascensión al trono en 2001, e insistió en que ha hecho "todo" para defender "los derechos del pueblo nepalí".

"Si los derechos son violados, la gente tiene que entender la situación", señaló Gyanendra, en alusión a su toma de poder en octubre de 2002 y febrero de 2005, cuando disolvió el Parlamento en el marco de la guerra abierta entre el Gobierno y la guerrilla maoísta.

Tras la proclamación de la República, el Gobierno dio un plazo de 15 días al rey para abandonar el Palacio Real.

El plazo expiraba hoy y las autoridades ya están preparando su salida del palacio y las medidas de seguridad que le acompañarán en su traslado.

Sin embargo, el Gobierno interino acordó ceder a Gyanendra como residencia el que ha sido hasta ahora su palacio de verano, el de Nagarjuna, situado en lo alto de una colina en las afueras de Katmandú.