OTR Press/Efe / Washington/Miami

Esta no es exactamente la fiesta que tenía planeada". Con esta frase, la senadora por Nueva York Hillary Clinton comenzó ayer el acto en el que cedió el paso a Barack Obama como candidato demócrata en la carrera hacia la Casa Blanca. Sin embargo, la ex primera dama no pronunció en ningún momento la palabra "derrota" y la única expresión que se le pudo escuchar fue "suspender mi campaña". En cualquier caso, tras más de un año de campaña interna, el Partido Demócrata es consciente de que ha llegado la hora de cerrar filas, y así se lo ha dejado claro a Hillary: "Ha sido una lucha dura, pero el Partido Demócrata es una familia y es el momento de restablecer los valores que nos unen".

"Quiero lo mismo para todos los estadounidenses y hasta que ese día llegue, me encontraréis luchando a la vanguardia de la democracia y luchando por el futuro", proclamó Hillary Clinton en un masivo acto ante más de dos mil partidarios en el National Building Museum de Washington. "La mejor forma de lograr nuestros objetivos es dedicando nuestra energía y hacer todo lo que podamos para ayudar a elegir a Barack Obama como presidente de los Estados Unidos. Hoy, al suspender mi campaña, lo felicito por la victoria y la extraordinaria contienda que ha hecho. Lo respaldo y le doy mi pleno respaldo", sentenció ayer.

Con 18 millones de votos demócratas a sus espaldas, Clinton es consciente de su poder en el Partido Demócrata, pero éste ya le ha pedido que colabore en la victoria de Obama, quizá por eso no dejó de lanzar mensajes a sus seguidores para que su voto en las elecciones presidenciales vaya hacia el primer candidato negro a la Casa Blanca. "Os invito a que trabajéis por Barack como lo habéis hecho por mí", remachó la ex primera dama, que puso en valor su "fortaleza, su determinación y su vida personal", un factor de mucho peso en la política estadounidense.

"Cuando empecé la campaña tenía la intención de ganar la Casa Blanca y poner a nuestro país en la senda de la paz, la prosperidad y el progreso, y eso es lo que vamos a hacer, asegurándonos de que Barack Obama cruce el umbral del despacho oval", continuó Clinton, antes de remarcar que "todos sabemos que ha sido una lucha dura, pero el Partido Demócrata es una familia y es el momento de restablecer los valores que nos unen". "Hemos empezado por sendas distintas, pero tenemos que seguir unidos y más preparados que nunca para gannar en noviembre", insistió.

Fue especialmente simbólico el momento en el que Clinton hizo suyo el lema de la campaña de Obama para expresar su apoyo: "Yo estoy con el senador Obama para decir Yes, we can (Sí, podemos)", pero la frase que levantó la ovación más apasionada fue la que remarcó "los hitos" logrados por ambos candidatos. "Cuando comenzamos, todos se preguntaban si una mujer puede ser comandante en jefe... creo que lo hemos respondido bien. Y a los que se preguntaron si un negro puede ser realmente nuestro presidente... y Obama ha respondido", proclamó la senadora por Nueva York.

En cualquier caso, Clinton no dejó de lanzar una serie de mensajes que bien podrían tener una doble lectura. "Estoy orgullosa por haberme postulado como mujer, pero lo hice porque pensaba que sería la mejor presidenta, pero soy una mujer y como muchas mujeres sé que aún hay barreras y prejuicios a veces inconscientes", señaló.

Y en respuesta a los rumores sobre una presunta nominación a la vicepresidencia, Clinton declaró haberse sentido orgullosa de ser "una mujer compitiendo por la presidencia" y que del mismo modo se sentiría igualmente "orgullosa" de ejercer como segunda al cargo.