La antorcha olímpica fue recibida ayer por más de un millar de manifestantes pro-tibetanos y pro-chinos en el punto final de su recorrido por Nagano, norte de Japón, tras el que cinco personas fueron detenidas y cuatro resultaron heridas leves. El símbolo olímpico, que estuvo protegido por un dispositivo de más de 3.000 agentes policiales, llegó sin contratiempos al parque de Watasako en Nagano, donde fue recibido por más de mil personas que se manifestaban en contra y a favor de China. Los manifestantes, que no llegaron a enfrentarse, se acusaron verbalmente unos a otros en defensa de los derechos humanos y de las políticas chinas respectivamente.