Hillary Clinton cumplió ayer con los pronósticos y salvo la cara en las primarias de Pensilvania. Resistió esta nueva bola de partido con una victoria por diez puntos de diferencia, que permite a la ex primera dama seguir viva en la carrera demócrata, si bien sigue unos 140 delegados por detrás de su rival directo, Barack Obama. "Ahora el viento sopla a mi favor", señaló Clinton en sus primeras declaraciones públicas tras conocer los resultados, consciente aún así de que debe seguir recabando apoyos para las próximas citas.

En Pensilvania se ponían en juego 158 delegados y tanto analistas como candidatos habían destacado la importancia de este Estado como clave en unas primarias todavía indecisas. Para mantener sus aspiraciones, Clinton debía lograr una victoria holgada, y así pareció ser, ya que logró diez puntos porcentuales de diferencia con Obama. Estos resultados colocan el total de ambos casilleros en unos 1.694 delegados para el senador afroamericano y alrededor de 1.556 para la ex primera dama, al margen del apoyo que puedan otorgar a uno y otro político cada superdelegado en la convención nacional.

Clinton agradeció el apoyo prestado en un discurso antes sus seguidores en Pensilvania. "Con esta victoria estoy celebrando los deseos de gente como vosotros, gente que nunca se esconde frente a la adversidad y nunca dejan de creer en América", subrayó la senadora, quien aprovechó la ocasión para reclamar donaciones destinadas a su campaña endeudada. "El futuro de esta campaña está en sus manos", emplazó Clinton, desde un escenario en el que también estaban presentes su hija y su marido, el ex presidente Bill Clinton.

Por su parte, Obama felicitó a su rival y recalcó que su objetivo sigue siendo cumplir los retos propuestos y que "vienen de lejos". "Los retos a los que nos enfrentamos vienen de lejos". "En cada elección los políticos dicen lo que queremos oir, y hacen muchas promesas", afirmó. "Se gastan miles de dolares en sus campañas en vez de luchar por el sistema médico, el escolar, y eso pasa año tras año, pero os puedo decir que esta elección será diferente", añadió.

Barak Obama, que cuenta con 1.720 delegados frente a los 1.588 de Hillary Clinton, según las estimaciones publicadas ayer por la MSNBC, necesita 304 apoyos más para ser proclamado como candidato demócrata en las elecciones de noviembre.

Para ser nombrado candidato del Partido Demócrata se necesitan 2.024, por lo que el voto de los superdelegados parece que será decisivo. De los 794 superdelegados que asistirán a la Convención Demócrata en Denver, 308 siguen sin pronunciarse sobre su candidato.