G. Moreno/Europa Press / Roma

El vencedor de las elecciones italianas, Silvio Berlusconi, propuso ayer eliminar los visados de ingreso entre Rusia y los países de la Unión Europea durante la conferencia de prensa que celebró junto al presidente saliente de Rusia, Vladimir Putin, en la isla de Cerdeña.

"Creo que se tendría que renunciar a los visados" entre los países europeos y Rusia, y "actuaré, como participante de la Unión Europea, para que se vaya en esta dirección", aunque para ello, "será necesario el acuerdo de todos" los estados miembros, admitió.

Durante la reunión que mantuvieron en la residencia que Berlusconi tiene en Cerdeña, ambos mandatarios también abordaron el tema de las reservas de gas y confirmaron su voluntad de ampliar sus relaciones en este campo a través de Eni y Gazprom. En concreto, ambas empresas están dispuestas a colaborar en las labores de "extracción" y "desarrollo de las infraestructuras" en terceros países, declaró Putin.

El panorama de "nuestros proyectos en común es amplio" ya que "Eni se halla en una fase de diálogo activo con Gazprom", añadió, señalando que, de hecho, "ya trabajamos juntos", porque Eni ha tenido acceso a las actividades que se desarrollan en territorio ruso y Gazprom espera recibir la contribución respectiva en terceros países, como Libia.

Berlusconi consideró que la reunión de ayer también brinda "la posibilidad de incrementar" todavía más las relaciones entre ambos países, teniendo en cuenta que "somos el cuarto socio comercial de Rusia", el segundo en cuanto a importaciones hacia Italia y el séptimo en exportaciones hacia Rusia y "nos gustaría seguir avanzando en esta clasificación", añadió.

Por su parte, Putin aclaró que había concretado esta cita con Berlusconi no sólo antes de la declaración oficial de los resultados sino incluso antes de las elecciones, ya que le "echaba en falta" y "necesitaba hablar con él". Finalmente, el encuentro "ha coincidido con las elecciones y con su victoria aplastante", admitió el presidente ruso. La conferencia, que empezó con casi dos horas de retraso, tuvo lugar en una de las residencias que posee Berlusconi en la isla mediterránea de Cerdeña.