Aunque Brown se entrevistará con el presidente estadounidense, George Bush, el próximo jueves en Washington, el objetivo principal de su visita a EEUU es reunirse por separado ese mismo día con los tres aspirantes, reveló hoy el diario británico "The Guardian".

Tanto McCain, proclamado candidato republicano, como Clinton y Obama, que pelean todavía por la candidatura presidencial demócrata, han aceptado las entrevistas, que tendrán lugar en la embajada británica o en la residencia del embajador, Nigel Sheinwald.

La liberalización del comercio, Irak, Irán y Afganistán integran la agenda de las reuniones, que tendrá cada una de ellas una duración exacta de 45 minutos, para evitar cualquier crítica de que el Gobierno británico trata de favorecer a un candidato.

Como destaca el rotativo, la estrecha relación del ex primer ministro británico Tony Blair con Bush fue crucial en su caída de popularidad, pero Brown, como todos sus antecesores, es consciente de la necesidad para el Reino Unido de una buena relación el inquilino de la Casa Blanca.

El primer ministro británico mantiene una buena relación tanto con Hillary como con Bill Clinton y el mes pasado se entrevistó con McCain en Londres, pero aún no conoce personalmente a Obama, según "The Guardian".

Brown comenzará su visita a EEUU el miércoles en Nueva York, donde se reunirá con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el presidente sudafricano, Thabo Mbeki.

El "premier" también tendrá un encuentro con el alcalde de esa ciudad, Michael Bloomberg, y analizará con financieros de Wall Street la crisis económica.

El jueves, Brown mantendrá una reunión con Bush en la Casa Blanca, al término de la cual los dos líderes ofrecerán una rueda de prensa conjunta.

Según "The Guardian", el primer ministro británico y el presidente estadounidense abordarán medidas de cooperación para hacer frente a la recesión económica, así como la situación en Irán, Afganistán e Irak.

Finalmente, el viernes Brown ofrecerá un discurso sobre política exterior en Boston en el que abogará por la reestructuración de las instituciones internacionales, entre ellas la ONU, el Banco Mundial y la Unión Europea (UE), para hacer frente a los retos del siglo XXI.