Las fuerzas de seguridad protagonizarán así un despliegue sin precedentes durante los comicios, entendidos como una demanda clave formulada por los antiguos rebeldes maoístas para aceptar el final de las hostilidades, proclamado en 2006, pero rechazado por determinados grupos violentos que tienen su refugio cerca de la frontera con India.

El portavoz del Ministerio de Interior, Modraj Dotel, informó de que "varios helicópteros con personal armado a bordo" se encargarán de realizar "patrullas aéreas de carácter regular" para vigilar cualquier indicio de problemas durante el proceso de recuento de los votos.

Además, Dotel precisó que los miembros del Ejército nepalí quedarán exentos de votar, bajo el acuerdo firmado con los maoístas, que han confinado temporalmente a miles de sus antiguos rebeldes en campos supervisados por miembros de Naciones Unidas.

De momento, han muerto al menos tres personas en diferentes enfrentamientos en el sur del país, a las que hay que añadir decenas de heridos durante las diversas protestas convocadas por los partidarios de los grupos políticos participantes en los comicios.