Los jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN invitaron ayer formalmente a Albania y a Croacia a entrar en el organismo euroatlántico, mientras que acordaron no cursar la invitación formal a la Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM) hasta que se resuelva su disputa con Grecia por querer ingresar en la Alianza con el nombre de Macedonia, lo que provocó el veto a su ingreso de la delegación griega. Los aliados emplazaron no obstante a Skopje y Atenas a reanudar "sin dilación" las negociaciones que permitan salvar sus divergencias, explicó el secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer en rueda de prensa.

Por su parte, la delegación macedonia optó por abandonar, antes de su clausura, la Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN para expresar su malestar por la decisión de los aliados. Antes de partir de Bucarest, el presidente macedonio, Branko Crvenkovski, aseguró que "el pueblo macedonio superará esta desgracia", en un mensaje dirigido a Grecia. "Sobreviviremos y el pueblo macedonio superará esta desgracia", aseguró.

El secretario general de la Alianza admitió que aunque "todavía no ha sido posible" invitar a la Antigua República Yugoslava de Macedonia, los Veintiséis aliados "reconocen el trabajo duro y el compromiso de ARYM con los valores de la OTAN y las operaciones de la Alianza". "Me hubiera gustado ver tres invitaciones" en lugar de dos, admitió De Hoop Scheffer.