La calle Ledras, situada en el corazón de Nicosia, se abrió ayer tras más de tres décadas para volver a ser la arteria más visitada de la dividida isla mediterránea en una jornada de euforia entre la población chipriota.

La apertura de Ledras -símbolo de la división de Chipre- se produjo oficialmente tras una breve ceremonia oficial a la que asistieron representantes de las Naciones Unidas y ayudantes de los líderes chipriotas turco y griego. Desde ayer los greco y turco chipriotas pueden cruzar de un sector al otro de su ciudad sin detenerse ante las alambradas y el muro que en el pasado impedían a los peatones el tránsito por la calle más larga de Chipre.

Las esperanzas de que este paso sea sólo el inicio de la definitiva reunificación de la isla, dividida desde la invasión turca en 1974, estuvo en el aire.