En una declaración en la Cámara de los Comunes, el titular de Defensa explicó que el número de militares británicos en Irak permanecerá en torno a los 4.000 mientras prosigan las condiciones actuales.

El primer ministro británico, Gordon Brown, había anunciado en octubre pasado la intención de su Gobierno de reducir el número de soldados a 2.500 a partir de esta primavera.

Sin embargo, los enfrentamientos registrados la pasada semana entre las milicias leales al clérigo Muqtada al Sadr y el Ejército iraquí han hecho cambiar de planes al Ejecutivo británico.

Browne explicó que, ya antes de los combates de la pasada semana, el consejo de los mandos militares apuntaba a que podrían no ser posibles los repliegues previstos en el anuncio del primer ministro de octubre pasado, aunque preciso que ése sigue siendo el plan del Gobierno.

"A la luz de los sucesos de la pasada semana, sin embargo, es prudente que detengamos cualquier nueva reducción mientras continua la situación actual", afirmó el titular de Defensa.

"Es absolutamente correcto que los mandos militares revisen los planes cuando las condiciones sobre el terreno cambian", añadió Browne.

Basora, situada a 550 kilómetros al sur de Bagdad, es la segunda ciudad del país y el principal centro exportador de petróleo de Irak.

Durante la semana pasada, Basora fue el escenario de duros enfrentamientos entre las milicias leales al clérigo Muqtada al Sadr y el Ejército iraquí, que se saldaron con la muerte de al menos 210 personas y con importantes daños en las infraestructuras de la provincia.