"Tenemos que considerar la iniciativa saudí como base de negociaciones aunque haya en ella elementos que son problemáticos", dijo Peretz refiriéndose en particular al asunto de los refugiados del que dijo que "es una línea roja que no podemos cruzar y nadie en Israel lo aceptará".

Pero -prosiguió- la propuesta también tiene elementos positivos con los que se puede trabajar.

El ministro de Defensa hizo estas declaraciones en el Centro Interdisciplinario de Herzlía durante un congreso sobre las consecuencias de la Guerra de los Seis Días de 1967 que perduran hasta el día de hoy.

La iniciativa saudí, que hoy aprobó sin cambios la Liga Árabe en la cumbre que celebra hasta mañana en Riad, prevé la normalización de las relaciones con Israel a cambio de que este país se retire de los territorios que ocupó en esa guerra de 1967.

La propuesta fue lanzada por primera vez en el 2002 y en ese momento Israel la rechazó, pero recientemente el propio Olmert ha hecho valoraciones positivas de la misma.

Un punto, sin embargo, inquieta al Gobierno israelí, y es el apartado por el que se reclama el derecho al retorno para aquellos refugiados palestinos que abandonaron o fueron expulsados de Israel durante la guerra de 1948/49 tras la fundación del Estado judío y para sus descendientes, cuyo número calcula la ONU en más de cuatro millones.

Peretz lamentó sobre todo que Israel no haya enviado a la cumbre de Riad una oferta propia que abra un horizonte político no sólo para los palestinos sino para la región.

El ministro de Defensa y líder del Laborismo tiene, según comenta de forma recurrente la prensa israelí, una relación tensa con el jefe del Gobierno de coalición y del partido Kadima, Olmert.

"Con negociar con nuestros vecinos no hacemos un favor a nadie, es interés nuestro, para garantizar nuestro futuro", aseveró Peretz.

Añadió que "Israel tiene que actuar con coraje y responder a los países árabes que estamos dispuestos a negociar un acuerdo de paz, aunque sólo sea para abrir ese horizonte político tan necesario".

Sostuvo que la primera necesidad es ese horizonte porque si no, sucede que "nos perdemos entre uno u otro punto al principio".

Para el ministro "la clave de cualquier acuerdo de paz serán las fronteras del 67", pues, dijo: "aunque quedarán bloques de asentamientos dentro de Israel, aún deberemos pagar un gran precio para fijar nuestras fronteras".

"La ocupación se ha convertido en un lastre y lo que, en un primer momento, fue visto como una bendición se ha convertido en una maldición", afirmó.

Añadió que el precio del conflicto ha sido ya demasiado alto y que: "éste es el momento de dirigirnos hacia la paz, porque la creación de un Estado palestino también va en interés de Israel".

"Aunque consideremos que el terrorismo es el responsable de que no hayamos podido abrir un proceso negociador eso no nos exime a nosotros de buscar proceso negociador", concluyó el ministro.

El moderador de la conferencia, el periodista Zeev Schiff, aclaró, tras la intervención del ministro, que le constaba que la oferta de Peretz no había sido rechazada en Riad sino bloqueada en Jerusalén, y que EEUU había intentado convencer a Israel de que presentara una iniciativa a la Liga Árabe.

Peretz comentó también la cuestión de Siria y dijo que cuando de ese país "llegan voces de guerra y también de paz, debemos hacer lo imposible por examinar las de paz y a la vez prepararnos para la guerra"