El Gobierno británico presentó ayer una ley de emergencia en el Parlamento para mantener la recién establecida autonomía de Irlanda del Norte, tras el acuerdo histórico alcanzado el lunes entre unionistas radicales y republicanos para compartir el poder a partir del próximo 8 de mayo. El líder de la Cámara de los Comunes, el laborista Jack Straw, ha pedido a los diputados que apoyen esta legislación, con la que se permitirá retrasar la formación del Gobierno autónomo seis semanas, debido a "circunstancias excepcionales".

La nueva legislación anulará las provisiones que dan amparo legal al acuerdo de Saint Andrews (Escocia), presentado por los Gobiernos de Londres y Dublín el pasado mes de octubre y que fue aceptado entonces por todos los partidos norirlandeses.

Por su parte, el primer ministro, Tony Blair, afirmó ayer que el acuerdo para formar un Gobierno de poder compartido en Irlanda del Norte ofrece finalmente la oportunidad de alcanzar una paz duradera en la provincia. En unas declaraciones a una cadena de televisión, Blair agradeció a los líderes políticos del Ulster por el coraje demostrado para hacer posible un acuerdo entre unionistas radicales y republicanos.

El único eurodiputado del Partido Democrático Unionista, Jim Allister, abandonó ayer la formación en protesta por el acuerdo con el Sinn Fein. El unionista dijo que, "con enorme pena, debo dimitir del DUP" porque, en su opinión, los republicanos no están listos para entrar en un Ejecutivo de poder compartido.