Con la convicción de haber sido "fiel a su deber" y a su "contrato con los franceses", el candidato conservador al Elíseo, Nicolas Sarkozy, se despidió ayer del Ministerio de Interior para dedicarse de lleno a su campaña electoral, a cuatro semanas apenas de la primera ronda de las presidenciales.

"Ahora estoy libre de ir hacia los franceses con mi experiencia", declaró Sarkozy, emocionado, en un discurso ante los funcionarios del departamento que ha dirigido durante cuatro años y a los que rindió tributo, en los jardines del Ministerio.

La partida de Sarkozy del Gobierno dio lugar a la primera y previsiblemente última remodelación del Gabinete de Dominique de Villepin, dado que se espera el nombramiento de un nuevo Ejecutivo después de la elección, el próximo 6 de mayo, del sucesor de Jacques Chirac en la Presidencia de la República. El hasta ayer titular de Ultramar, François Baroin, de 41 años, considerado como un fiel de Chirac, pero descrito también como "Sarko-compatible", reemplaza a éste en Interior y cede su propia cartera al diputado Hervé Mariton, de 48 años y próximo a Villepin.