No hubo apretón de manos, pero el reverendo Ian Paisley y Gerry Adams, enemigos acérrimos hasta ahora, sonrieron después de anunciar ayer que formarán un Gobierno de poder compartido entre protestantes y católicos en Irlanda del Norte para el próximo 8 de mayo.

Muchos días "históricos" han ido y venido durante el proceso de paz y algunos no dieron los resultados deseados, pero este último y significativo acuerdo entre el mayoritario Partido Democrático Unionista (DUP) y el Sinn Fein, brazo político del IRA, podría finalmente poner el punto final al conflicto norirlandés.

Así lo creen los Gobiernos británico e irlandés, que, tras años facilitando conversaciones entre los partidos del Ulster, se han topado con un acuerdo negociado por dos formaciones que jamás habían cruzado palabra alguna, encabezadas por los duros de la región.

El anuncio lo efectuó el propio reverendo Paisley, sentado junto a Adams, en una habitación del castillo de Stormont, sede de la Asamblea norirlandesa, después de reunirse, por primera vez en su historia, con la delegación del Sinn Fein.

"Este encuentro representa un importante paso en el camino hacia el establecimiento de un Ejecutivo de poder compartido en seis semanas", dijo Paisley.

Según los contenidos del acuerdo, el reverendo, futuro jefe del gobierno del Ulster, y su adjunto, el "número dos" republicano y ex comandante del IRA, Martin MacGuinness, mantendrán durante ese periodo conversaciones regulares para elaborar un programa de trabajo.

Por su parte, el jefe del Gobierno irlandés, Bertie Ahern, señaló que estos acontecimientos "son muy positivos y no tienen precedentes" en la historia de la provincia. "Pido a todos los partidos que aprovechen el periodo preparatorio que tienen ahora a su disposición para asegurar que el nuevo Ejecutivo estará en condiciones de desarrollar todas sus responsabilidades el 8 de mayo", añadió Ahern.

El ministro británico para el Ulster, Peter Hain, rubricará, junto al resto de los partidos que formarán el Ejecutivo autónomo norirlandés, el acuerdo logrado entre el DUP y el Sinn Fein, lo que levantará el ultimátum que pesaba sobre la Asamblea.

En caso de que hubiesen fracasado las negociaciones, Londres estaba dispuesto a disolver desde la medianoche de ayer la Asamblea y a suspender los salarios de sus miembros, al tiempo que pasaba a administrar la región en colaboración con Dublín.