En declaraciones a los medios británicos en Berlín al término de las celebraciones por el quincuagésimo aniversario de los Tratados de Roma, Blair afirmó que "simplemente no es cierto" que los quince militares estuvieran en aguas iraníes cuando fueron arrestados.

Blair manifestó que espera que esta situación pueda resolverse por la vía diplomática en los próximos días, pues "cuanto más rápido la resolvamos, más fácil será para todos".

Añadió que no quería hacer hasta ahora ningún comentario porque quiere resolver la situación fácilmente, puesto que "es más importante el bienestar de la gente capturada por el Gobierno iraní", aunque recalcó que ésta "es una situación muy grave".

"No hay dudas de que esta gente fue capturada del barco en aguas iraquíes", insistió.

"Simplemente, no es cierto que estuvieran en aguas territoriales iraníes, y espero que el Gobierno iraní entienda que este asunto es fundamental para nosotros", afirmó Blair.

El jefe del Gobierno británico añadió que se ha enviado a Teherán un mensaje claro para que los militares sean liberados.

"No deberían tener duda alguna sobre la seriedad de este acto; sobre lo injustificado y equivocado que es", resaltó.

El Ministerio británico de Asuntos Exteriores ha convocado en dos ocasiones al embajador iraní en Londres, Rasoul Mavahedian, para exigirle la inmediata puesta en libertad de los militares, que pertenecen a la tripulación de la fragata "HMS Cornwall".

El Reino Unido insiste en que los quince fueron capturados por la fuerza naval iraní en aguas territoriales iraquíes al norte del golfo Pérsico, pero Teherán afirma que entraron en aguas iraníes.

De acuerdo con las autoridades de Londres, el grupo capturado había completado la inspección de un barco mercante cuando sus dos lanchas fueron rodeadas y escoltadas por buques iraníes hasta aguas territoriales de Irán.

La fragata "Cornwall" patrulla el golfo Pérsico para mantener la seguridad en las aguas territoriales iraquíes y proteger sus infraestructuras marítimas.

La captura tuvo lugar el viernes en la zona del canal de Shatt Al Arab, limítrofe entre Irak e Irán y por cuyo control se desencadenó la guerra que ambos países mantuvieron entre 1980 y 1988.

La detención se produce en un momento de gran tensión entre Irán y la comunidad internacional, especialmente EEUU y el Reino Unido, por las actividades nucleares iraníes.

El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidos votó ayer, sábado, a favor de imponer nuevas sanciones contra Irán si no detiene sus actividades de enriquecimiento de uranio.

El Reino Unido e Irán tuvieron un incidente similar en 2004, cuando el régimen de Teherán retuvo durante tres días a ocho militares británicos a los que acusó de haber entrado de forma ilegal en aguas jurisdiccionales de Irán, en el golfo Pérsico.