Ésta expiraba el próximo lunes, pero las negociaciones de última hora parece que han dado un resultado que podría satisfacer a todas las partes implicadas en el proceso de paz del Ulster.

La oferta del reverendo está incluida en una resolución aprobada hoy por la mayoría de los 120 miembros que componen la ejecutiva del DUP, que se reunió en Belfast para abordar este asunto, según indicaron fuentes cercanas a las negociaciones.

Por un lado, le da a Paisley el tiempo extra que varios de sus correligionarios más escépticos han demandado para probar la autenticidad de la reciente decisión del Sinn Fein de reconocer la autoridad de la Policía y la justicia norirlandesas.

Por otro, el calendario propuesto ahora coincidiría con la celebración de las elecciones locales en el Reino Unido y las legislativas en Escocia y Gales de mayo.

Para esas fechas se conjetura que el primer ministro británico, Tony Blair, necesitado de éxitos tanto en política nacional como internacional, podría anunciar su dimisión con un éxito sonado: la culminación del proceso de paz en Irlanda del Norte.

No obstante, el 10 de Downing Street, Oficina del Primer Ministro, no ha recibido aún la resolución del DUP, por lo que no se pronunciará al respecto hasta que conozca los detalles del documento.

Un portavoz oficial del primer ministro se limitó a indicar que deben ser los partidos de la provincia los que decidan cuál es la vía para avanzar.

En este sentido, la respuesta del Sinn Fein es esperada con atención en Londres y Dublín, pues los republicanos han recalcado durante los últimos días que la fecha límite del 26 de marzo debía ser respetada.

Antes de conocer las demandas unionistas, el líder del Sinn Fein, Gerry Adams, habló hoy por teléfono con Blair para expresar su preocupación por la posibilidad de que Paisley decidiera no compartir el Gobierno del Ulster con los republicanos en los plazos previstos.

El líder republicano, quien también se reunió hoy en Dublín con su ejecutiva, canceló la posterior rueda de prensa para desplazarse inmediatamente a la capital del Ulster y continuar con sus negociaciones de última hora.

"A medida que nos acercamos a ese día, existe la preocupación de que algunos en el DUP y el sistema británico están inquietos. La realidad es que la ciudadanía quiere ver las instituciones del autogobierno restauradas", dijo Adams en un comunicado.

El DUP debía hoy transmitir al Gobierno británico su decisión para que el ministro para el Ulster, Peter Hain, pueda ordenar, tras casi cinco años de suspensión, la restauración de la autonomía de la provincia el próximo lunes, la fecha límite impuesta por Londres y Dublín en el acuerdo de Saint Andrews, de noviembre de 2006.

De acceder a la petición del reverendo, Blair se vería ahora obligado a introducir una legislación de emergencia en la Cámara de los Comunes que anule las provisiones que dan amparo legal al acuerdo de Saint Andrews.

Éstas establecían que si para el 26 de marzo no había trato, Londres suspendería indefinidamente la Asamblea norirlandesa y los salarios de sus miembros, al tiempo que pasaría a administrar la región en estrecha cooperación con Dublín, una opción aborrecida por los unionistas, pero que no desagrada al Sinn Fein.

Al término hoy de la reunión de la ejecutiva del DUP, Paisley afirmó que sus miembros apoyaron "abrumadoramente" la moción sobre este asunto, pero rehusó ofrecer detalles hasta más tarde, cuando finalicen las negociaciones.

"El Ulster ha llegado a una situación grave porque el Gobierno (británico) nos quiere dictar cosas que la gente no admite. No se puede avasallar", dijo el reverendo a los periodistas en Belfast, sin dar más detalles.

"Informaremos -añadió- sobre el contenido completo de la resolución más adelante. Creo que con el paso de las horas tendrán una mejor concepción y percepción de lo que queremos lograr".