El presidente francés, Jacques Chirac, anunció ayer su apoyo a Nicolas Sarkozy en su campaña para sucederle en el Elíseo en las elecciones de abril-mayo próximos. En una declaración televisada, escueta y considerada como carente de entusiasmo, difundida después del Consejo de Ministros, Chirac dijo que aportará "su voto y apoyo" a Sarkozy, candidato de la conservadora y gobernante Unión por un Movimiento Popular (UMP) en las Presidenciales del 22 de abril y 6 de mayo.

Al mismo tiempo, Chirac dijo que ha aceptado la decisión de Sarkozy de dejar el Gobierno el próximo lunes para dedicarse "de lleno" a la campaña electoral.

Pero no precisó el nombre del sucesor de Sarkozy al frente del Ministerio de Interior, si bien los rumores apuntan al actual titular de Ultramar y fiel chiraquiano, François Baroin.

"Las cosas son simples: hace cinco años quise la creación de la UMP para permitir a Francia llevar a cabo una política rigurosa de modernización de forma duradera", dijo el presidente. Agregó que "en su diversidad, esta formación política escogió apoyar la candidatura de Nicolas Sarkozy en la elección presidencial, debido a sus cualidades". "Por tanto, muy naturalmente, le aportaré mi voto y mi apoyo", concluyó el jefe de Estado, quien rindió tributo al "trabajo, compromiso y resultados" de Sarkozy al frente de Interior.

Por otra parte, el ministro de Sanidad y uno de los portavoces de la campaña presidencial de Sarkozy, Xavier Bertrand, hizo saber ayer que también dejará el Gobierno el próximo lunes.

El pasado día 11, cuando anunció su decisión de no aspirar a un tercer mandato, Chirac dijo que revelaría más adelante sus preferencias personales en la pugna por su sucesión en la que, en los sondeos, los tres favoritos son Sarkozy, la socialista Ségolène Royal y el centrista François Bayrou.

Todos los analistas apostaron entonces que aportaría su apoyo a Sarkozy, pese a años de relaciones difíciles y tumultuosas entre ambos, y el propio candidato, pese a querer encarnar "la ruptura", afirmó que sería "importante" para él recibir el respaldo de Chirac.

Sarkozy eludió hacer declaraciones a la salida de lo que era su último Consejo de Ministros, pero en un comunicado calificó el apoyo de Chirac como "importante" para él en lo "político y personal".

Los comentaristas destacaron la falta de entusiasmo de la declaración de apoyo de Chirac al considerado como su "hijo rebelde" y señalaron que estaba "dictada por la razón, no por el corazón". Argumentaron que Chirac no tenía más opción que optar por el candidato de su propio partido.