Cuatro años después de que comenzara la guerra en Irak, sus ciudadanos ven un futuro cada vez más negro, según una encuesta que muestra que el 86% de los iraquíes vive preocupado porque alguien de su familia se convierta en víctima de la violencia. Asimismo, continúa disminuyendo la confianza en las tropas de la coalición: sólo un 18% tiene fe en los soldados extranjeros desplegados en su país.

El sondeo publicado ayer, y elaborado bajo petición de las cadenas BBC, ABC News, la alemana ARD y el diario 'USA Today', muestra cómo el 80% de los encuestados han asistido a algún acto violento -atentado con coche bomba, secuestro, combates o abusos a civiles-. Y este porcentaje aumenta de manera importante en la capital, Bagdad.

Además, más de uno de cada dos iraquíes -el 53%- tienen algún amigo cercano o familiar que ha resultado herido o ha muerto debido a la situación de violencia. Uno de cada seis entrevistados dijo que alguien en su propia casa resultó herido, y el 86% tiene miedo de que algún ser querido sufra algún daño.

Uno de los resultados de estas preocupaciones es que un gran número de ciudadanos limitan sus actividades diarias: más de la mitad de los encuestados no acuden a mercados ni zonas que sean muy concurridas.