"Después de revisar todos los informes de las fuerzas de EEUU, no hay ninguna indicación de que éstas estuvieran implicadas en el trágico evento", señala en un comunicado el mayor Chris Belcher, portavoz de las tropas norteamericanas.

El suceso tuvo lugar ayer, viernes, cuando cinco policías murieron por disparos en el distrito de Spin Jomat.

En un principio, el jefe de la Policía de Helmand, el general Mohammad Esa Eftekhari, informó de que los policías fueron atacados por soldados la Coalición, que los confundieron con insurgentes talibanes, y también el Ministerio del Interior respaldó esta versión.

Sin embargo, en las horas siguientes se sucedieron informaciones contradictorias por parte de distintos representantes policiales, que apuntaron a que los responsables podrían haber sido miembros del Ejército afgano, mientras las tropas estadounidenses de la Coalición rechazaron que fueran ellos los autores del ataque.

El suceso se produjo en la zona en la que las tropas occidentales llevan a cabo una gran ofensiva para debilitar a los insurgentes talibanes y facilitar la reconstrucción del área.

La operación, llamada "Aquiles", es la mayor acción militar conjunta lanzada hasta la fecha en Afganistán, y está previsto que en ella lleguen a participar hasta 4.500 militares de la OTAN y cerca de 1.000 soldados de las Fuerzas Armadas de Afganistán.