El primer ministro británico, Tony Blair, pese a una gran rebelión en sus filas laboristas, logró ayer imponerse en la votación sobre la renovación del sistema Trident de disuasión nuclear, aunque sufrió la humillación de tener que hacerlo con la ayuda de la oposición. Un total de 409 diputados respaldó en la Cámara de los Comunes el plan del Ejecutivo, frente a 161 que votaron en contra, incluidos un centenar de laboristas, la mayor revuelta parlamentaria desde la invasión de Irak. El Gobierno prevé gastar unos 29.400 millones de euros en misiles estratégicos basados en submarinos en un plazo de 30 años.

Antes del voto sobre la renovación del Trident, los diputados laboristas ya habían indicado su voluntad de rebelarse, al apoyar una enmienda liberal demócrata para posponer la decisión sobre el arsenal nuclear. Esta enmienda fue rechazada por 413 diputados frente a los 167 que la apoyaron, entre ellos unos 95 del partido en el poder.

Como se preveía, el Gobierno de Blair salió vencedor de la controvertida votación, que estuvo precedida de un debate de seis horas y manifestaciones a las puertas del Parlamento, gracias a la ayuda del Partido Conservador, cuyo líder, David Cameron, ya había adelantado que le prestaría su apoyo porque iba "en el interés nacional".

Al final de la sesión, el ministro de Defensa, Des Browne, se congratuló por la victoria, así como el portavoz de Defensa de los "tories", Liam Fox, que dijo que el proyecto gubernamental es "una política sensata" que asegurará que el Reino Unido no sea "chantajeado" por otras potencias nucleares.

El líder liberal demócrata, Menzies Campbell, que apoyó la enmienda rebelde, señaló que "el Gobierno se ha salido con la suya, pero es una humillación para el primer ministro que en una política a la que ha ligado su reputación personal no haya podido imponerse en la votación sin la ayuda de los votos del Partido Conservador".

El resultado de ayer indica que el "premier", cuya popularidad en los últimos meses de su mandato está muy deteriorada, se anotó una victoria parlamentaria, pero no ha logrado ganar el debate moral, ni siquiera entre los suyos.

Cuatro diputados laboristas con cargos vinculados al Gobierno -Jim Devine, Nigel Griffith, Chris Ruane y Stephen Pound- dimitieron esta semana de sus cargos, los dos últimos ayer mismo, para sumarse a sus colegas y votar en contra de la línea oficial impuesta por el partido.

El sistema Trident, consistente en misiles balísticos intercontinentales de fabricación estadounidense ubicados en una flota de cuatro submarinos, tiene supuestamente una vida útil de 30 años, que teóricamente acabaría en 2024.