El portavoz del Ejército estadounidense en Irak, el general William B. Caldwell, quien compareció ayer con el general iraquí Qassim al Moussawi, dio parte de la reducción de muertes civiles como consecuencia de la nueva estrategia para garantizar la seguridad en la capital iraquí. Caldwell destacó que "asesinatos y ejecuciones se han reducido en más de un 50 por ciento". "Los coches bomba elaborados es en lo que estamos centrados realmente", explicó. Por su parte, Al Moussawi explicó que la cifra de civiles muertos había disminuido a 265 desde el inicio del operativo el pasado 14 de febrero, en comparación con los 1.440 civiles muertos registrados en enero, una reducción que atribuyó a la baja en los asesinatos, secuestros y ataques con bomba.

Asimismo, destacó que 94 sospechosos de terrorismo han muerto, mientras que se han practicado 713 arrestos de terroristas y 1.152 de sospechosos de cometer otros delitos desde el 14 de febrero.

Por otra parte, a un 58% de los estadounidenses les gustaría ver a las tropas de EE UU fuera de Irak inmediatamente o a más tardar el año que viene, según una encuesta divulgada ayer. El sondeo de la cadena estadounidense de televisión CNN contó con la participación de 1.027 adultos. Del 58 por ciento que quieren que EE UU retire las tropas, un 21% desea una salida inmediata, mientras que un 37% considera que los soldados han de regresar en un año.

Violencia

Nueve personas murieron y otras decenas resultaron heridas ayer en ataques y atentados perpetrados en la capital, norte y oeste de Irak. Dos de ellas perdieron la vida por el estallido de una carga explosiva en el barrio de Al Sayediya, en el suroeste de la capital. Asimismo, en Al Yarmuk, en el oeste de Bagdad, un atentado con coche bomba conducido por un suicida contra un puesto de control del Ejército iraquí causó la muerte de dos civiles. Por otra parte, la policía halló en las últimas 24 horas un total de 18 cadáveres de personas acribilladas en distintos puntos de la capital.