España instala tres puestos médicos en una de las zonas más devastadas de Cachemira

La cooperación española empezó ayer a trabajar en el valle de Arya, una zona remota ubicada en el corazón de la Cachemira pakistaní donde se calcula que podría haber miles de víctimas mortales del terremoto que sacudió Pakistán.

La misión española necesitó más de 19 horas de viaje por una infernal y angosta carretera de alta montaña, destruida en gran parte por los deslizamientos de tierra y atestada de todo tipo de vehículos, para arribar a una base militar de esta región en disputa con la India.

El camino estaba plagado, además, de miles de personas que esperaban en los arcenes o bajaban aprisa las escarpadas laderas en busca de una ayuda internacional que apenas ha llegado a esta bella cordillera, ubicada a unos 140 kilómetros al sureste de Islamabad.

Pese a no haber dormido apenas, nada más llegar los cooperantes instalaron tres Puestos Médicos Avanzados (PMA), dos de ellos médicos y uno quirúrgico, donde tiene previsto atender a los heridos que lleguen de las aldeas más inaccesibles.

"A partir de hoy mismo (por ayer) podríamos empezar a recibir los heridos que nos traigan, pero no estaremos aún cien por cien en marcha hasta mañana", explicó a Efe Juan Bartolomé, coordinador del grupo formado por la Agencia Española de Cooperación Internacional.

"Creemos que es una zona donde podemos realizar una importante labor médica, ya que hay muchos heridos que no disponen de otra atención", agregó.

Apenas se conoce el alcance de los daños causados por el seísmo en esta apartada región, salteada de valles abruptos y laderas sólo accesibles a pie, pero se calcula que podría haber unas 20.000 víctimas, entre muertos y heridos.

Algunas de las zonas más altas están pobladas por miríadas de casas a las que aún no se ha llegado, aunque desde la distancia parecen prácticamente destruidas.

"Esperamos sobre todo personas con distintos tipos de fracturas, desnutridas y con lesiones internas", afirmó Juan Bartolomé.