José Luis Picón / MARBELLA

Igual que los niños aguardan nerviosos la llegada de los Reyes Magos en la madrugada del 6 de enero, Marbella esperaba cada año la visita de otro rey de Oriente, el monarca saudí Fahd ben Abdelasis al Saud, que revolucionaba la vida de la ciudad y dejaba un reguero de dólares.

El numeroso séquito que le acompañaba no reparaba en gastos y tenía como predilecciones las piezas de alta joyería y los relojes de acero, platino u oro blanco valorados hasta en 18.000 euros; el alquiler de vehículos de lujo o la visita a los mejores hoteles y restaurantes de la Costa del Sol.

200 habitaciones de lujo

Para alojar a este séquito fueron reservadas en julio de 1999 doscientas habitaciones de lujo y fueron alquilados otros tantos teléfonos móviles, además de prepararse una comitiva de más de veinte vehículos blindados, entre ellos Rolls Royce, Mercedes y Cadillac, para trasladar al Rey y a sus acompañantes desde el aeropuerto de Málaga hasta Marbella.

Los ingresos económicos generados en la localidad malagueña durante aquella visita se cifraron en 72 millones de euros, ya que sus 3.000 acompañantes gastaban más de seis millones de euros diarios.

Mil personas, entre cocineros, jardineros, chóferes, limpiadoras y vigilantes atendieron aquel verano en su palacio al Monarca saudí, a cuyas puertas permanecían apostadas cada día mujeres marroquíes con la esperanza de encontrar trabajo, atraídas por los sueldos de 90 euros diarios para las limpiadoras y de 150 euros para los chóferes.

Última visita, en 2002

La última visita del monarca a su palacio Nahda (El Rocío), cuya fachada reproduce elementos de la Casa Blanca de Washington, se produjo durante el verano de 2002, después de unas obras de reforma cuyo importe alcanzó la nada módica cantidad de 108 millones de euros y en la que trabajaron un millar de obreros de dieciséis nacionalidades.

Durante cada una de sus estancias, el Hospital Costa del Sol de Marbella mantenía una habitación aislada y totalmente equipada en previsión de un agravamiento de su estado de salud, una atención que fue generosamente correspondida por el Rey al donar 900.000 euros que fueron invertidos en la creación de una sala de Hemodinámica en el área de Cardiología del centro sanitario.

Esta no fue la única contribución económica del monarca a Marbella, ya que años antes había donado un millón de dólares para la construcción de viviendas sociales en la ciudad.

El Ayuntamiento de Marbella (Málaga) ha decretado tres días de luto oficial por el fallecimiento del rey Fahd, al que hoy nombrará hijo adoptivo a título póstumo en un pleno extraordinario .