Scaloni quiere ser el “tercer hombre”

El técnico está a un paso de lo que parecía imposible hace unos meses: unirse a dos leyendas como Menotti y Bilardo, los responsables desde el banquillo de los dos Mundiales que ha ganado Argentina

Scaloni, pensativo, duranteel entrenamiento de ayer. // REUTERS

Scaloni, pensativo, duranteel entrenamiento de ayer. // REUTERS / iñaki dufour

Iñaki Dufour

“No me puedo comparar con ellos”, decía el pasado martes Lionel Scaloni cuando clasificó a Argentina para la final del Mundial 2022, tras los pasos de César Luis Menotti y Carlos Bilardo, los únicos campeones del planeta con la Albiceleste, en 1978 y 1986, respectivamente, con la aspiración de emular a ambos en la final de este domingo en Qatar 2022, 36 años después de la última vez que su selección alcanzó tal éxito.

“Son historia de la selección. Son gente que ha hecho grande esta camiseta. Me llena de orgullo poder dirigir una final y representar a la selección, pero no me puedo poner a la altura de gente que ha hecho historia en el mundo del fútbol. Ya con poder dirigir la final es un privilegio”, valoró el actual seleccionador argentino, que asumió el cargo después de la decepción de Rusia 2018, eliminado en octavos de final, con Jorge Sampaoli como predecesor y con él entonces en el cuerpo técnico.

Ya son 56 partidos al mando de la selección, con 14 empates y cinco derrotas. Sólo ha perdido uno de sus 42 encuentros más recientes (el 1-2 de la primera jornada del Mundial ante Arabia Saudí), ha ganado nueve de los últimos once o dieciocho de los 23 más cercanos; ha conquistado una Copa América, en 2021, y la Finalissima contra Italia (3-0), en 2022, y está a las puertas de lograr algo al alcance sólo de dos técnicos de la Albiceleste.

Uno es César Luis Menotti, al mando de la selección campeona del Mundo en 1978, en su país. Su estreno fue con victoria, con el 2-1 con el que se impuso en el Monumental de Buenos Aires a Hungría, con la remontada a través de los goles de Leopoldo Luque (m. 15) y Daniel Bertoni (m. 83), y continuó con otro triunfo ante Francia -el rival de Argentina en la final de este domingo-, a la que superó por 2-1, por medio de Passarella y Luque. Entre medias, Platini marcó a la hora de juego.

La derrota del 11 de junio de 1978 contra Italia, en la tercera y última jornada de la fase de grupos, con el único gol del duelo de Roberto Bettega, lo relegó a la segunda plaza de su cuarteto en la primera ronda. En la segunda, fue el líder de su grupo, porque venció a Polonia, con dos goles de Mario Alberto Kempes (2-0); empató sin tantos con Brasil y superó por 6-0 a Perú para superar en la igualdad a puntos a la selección brasileña.

En la final, el 25 de junio en el Monumental de Buenos Aires, contra Holanda, venció en la prórroga. Al 1-0 de Mario Alberto Kempes, superada la media hora, contestó Dick Nanninga con el 1-1 en el minuto 82.

El delantero, ya en el tiempo extra, devolvió la ventaja a la Albiceleste, con el 2-1 en el 105. Daniel Bertoni sentenció con el 3-1 en el 115. Argentina era campeona del mundo por primera vez.

La segunda fue ocho años después, en México. Al mando estaba Carlos Bilardo, otro estilo completamente diferente a Menotti, dentro de esas dos corrientes que alimentaban el debate en el fútbol mundial. El torneo ya se jugaba en el formato actual. Argentina no perdió ni un solo encuentro: seis triunfos y un empate, con 14 goles a favor y cinco en contra, para ser campeona el 29 de junio de 1986 en el estadio Azteca frente a la República Federal de Alemania con una victoria por 3-2. José Brown marcó el 1-0, en el minuto 23; Valdano agrandó la distancia, con el 2-0 en el 56, pero Rummenigge, en el 74, y Voeller, en el 81, empataron el encuentro que resolvió finalmente un gol de Burruchaga en el 84, para hacer campeones a Maradona y compañía, tras ir superando partidos hasta el título.

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