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El nuevo héroe "bleu"

Griezmann supera definitivamente su trauma con las finales y se convierte en el jugador franquicia de Francia, con Mbappé como sucesor a corto plazo

El nuevo héroe "bleu"

Francia igualó a su "Generación del 98" logrando vencer su segunda Copa del Mundo. Lo hizo además por el camino difícil del cuadro de eliminatorias directas. Eso sí, su regularidad no se vio acompañada de un gran fútbol ni siquiera en una de las finales más extrañas que se recuerdan. Además, ni siquiera está claro cuál de sus jugadores pasará a la historia como el héroe de Francia en Rusia 2018. A falta de un Zinedine Zidane claro, los franceses se aferran a la consagración mundial del jovencísimo Mbappé y a la que partía como su estrella cuando comenzó a rodar en balón en la cita mundialista: Antoine Griezmann. No en vano, ningún futbolista galo fue galardonado con el Balón de Oro de la competición, honor que recayó en Luka Modric.

En la final, el jugador franquicia del Atlético de Madrid solo marcó desde el punto de penalti. Eso sí, ante un Subasic que se había consagrado como un parapenaltis de categoría y que perdió todo su crédito ante su nula colocación y su falta de reacción en los dos últimos tantos de Francia en el duelo de ayer. Además, Griezmann fue el elegido mejor jugador de la final, aunque quizá Pogba estuvo un punto por encima dentro de sus claras limitaciones técnicas.

Griezmann consiguió, en menos de dos meses, acabar de un plumazo con su fama de perdedor de finales. No en vano, hasta esta temporada había dejado escapar dos finales de Champions League con el Atlético de Madrid ante el máximo rival rojiblanco. Además, en la final de la Eurocopa 2016 perdió en París contra una Portugal de fútbol muy ramplón aunque efectivo. Fue el tercer golpe duro para un Griezmann que este año se desquitó arrasando en la final de la Europa League ante el Olympique de Marsella anotando dos goles y que ascendió al olimpo de los franceses con la Copa del Mundo que finalizó ayer, que gravó la segunda estrella en la camiseta de Les Bleus.

Captado desde adolescente por la cantera de la Real Sociedad, Griezmann compaginó su residencia en la localidad francesa de Bayona con su formación como futbolista a este lado de la frontera. Hasta su mayoría de edad fue pasando por todas las categorías inferiores del conjunto de San Sebastián, hasta que debutó con la primera plantilla en la temporada 2009/10. Entonces la Real estaba en Segunda División y la menor entidad de la categoría fue el escenario perfecto para que un jovencísimo Antoine Griezmann explotase rápidamente. En su primer año anotó siete goles, contribuyendo al ascenso de los vascos a Primera División. Cuatro años completó en la máxima categoría con la Real, convirtiéndose en todo un ídolo de la afición y marcando un total de 52 goles.

Su fichaje por el Atlético de Madrid en julio de 2014 movió cerca de 30 millones de euros y levantó tanto decepción y odio entre los hinchas de la Real Sociedad, que le consideraron un traidor al club que le formó, como ilusión en unos colchoneros que acudieron en masa a su presentación en el estadio Vicente Calderón. Ganó la Supercopa de España nada más llegar y desde entonces todo fueron "casis", con dos finales de Champions perdidas y con peleas hasta el final en los campeonatos ligueros, pero sin llegar a tocar chapa. La decepción en fase de grupos de la pasada Champions acabó con el triunfo rojiblanco en la Europa League. Fue entonces cuando Griezmann empezó a cambiar su "tradición" de perder finales. Seguro que esa experiencia contribuyó a que jugase más seguro la final mundialista ante Croacia.

En cuatro temporadas Griezmann ha superado el centenar de goles con el Atlético de Madrid. Aunque este año, sus coqueteos telegrafiados con el Barça habían agotado la paciencia de los aficionados que incluso le pitaron en varias ocasiones cuando el club atravesaba su peor racha. Todo se acabó con la llegada de Diego Costa como su compañero en punta de ataque, que dio a los del Cholo Simeone la solidez que le faltaba en la parcela ofensiva.

Con Francia, Griezmann sigue siendo un jugador absolutamente decisivo y fue el mejor futbolista de la Eurocopa 2016 en la que perderían en la gran final. Acompañando al sacrificado pero desafortunado Giroud en el ataque y más liberado de las responsabilidades defensivas que con el Cholo, Griezmann exhibió durante toda la cita de Rusia que está en su mejor momento de madurez y que tiene una calidad enorme para buscar portería, filtrar pases e impedir que las defensas rivales le arrebaten el esférico. Ayer demostró que su sacrificio colectivo está por encima de su lucimiento personal y dejó clara su candidatura al Balón de Oro de France Football así como la candidatura del Atlético de Madrid a todo esta temporada. Y es que el Mundial demostró que su club acertó al ponerle una ficha de supercrack para evitar su fuga a Barcelona. Le acompañarán jugadores que se lucieron en la cita de Rusia como el lateral Lucas Hernández, el propio Diego Costa o los centrales de Uruguay Godín y Giménez.

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