Japón y Senegal, sorprendentes líderes del grupo H del Mundial de Rusia, empataron a dos goles en un duelo hermoso en el central de Ekaterimburgo, en el que los nipones pusieron más dominio y ocasiones pero los africanos dieron una lección de eficacia.

Entre dos equipos cuyas aficiones se caracterizan por su limpieza en las gradas, es el juego limpio el que determina provisionalmente que Japón afronte la última jornada como líder del grupo, gracias a que tiene menos tarjetas amarillas.

Por dos veces se adelantaron los 'leones del Teranga', que se mantienen invictos en la fase de grupos de un Mundial (tres victorias y tres empates en tres participaciones), por dos veces lograron el empate los nipones.

Puso más fútbol Japón, que tras su victoria en la primera jornada frente a Colombia sueña con su tercera clasificación para octavos, al igual que Senegal, que venció a Polonia y que también tiene opciones de llegar por tercera vez a esa fase.

Takashi Inui, un jugador de 30 años que acaba de fichar por el Betis español, fue clave en la buena actuación de Japón.