Un matrimonio y sus tres hijos volvía de un día navegando en su catamarán cuando, al ir a trasladar la embarcación hasta su casa, cercana a la playa, el mástil tocó un cable de media tensión. La electricidad recorrió el barco, lanzó despedidos a los padres mientras los tres jóvenes quedaron enganchados al velero. El padre consiguió despegarlo con golpes y empujones. Dos de los niños, de 12 y 18 años, entraron en parada cardiorespiratoria. Un policía local y una enfermera que estaban por la zona fueron a auxiliarlos y los reanimaron hasta que llegaron los servicios de emergencia. Los padres no han sufrido heridas graves, pero los tres hijos se encuentran ingresados en la UCI del Hospital Arquitecto Marcide de Ferrol. El mayor, de 18 años, en estado grave, los otros dos, menores de edad, con pronóstico reservado.