La afición del Celta lo ha vuelto a hacer. Contra el Villarreal, la bancada se echó a la calle, coincidiendo con la vuelta de Aspas, para sacar al equipo de pozo, con final feliz. En el partido ante la Real Sociedad, más de lo mismo. Y esta mañana, de nuevo, una multitudinaria marea celtiña ha arropado al equipo en su trayecto de llegada al estadio de Balaídos antes del choque clave ante el Girona, rival directo por no caer en el pozo del descenso.