"Somos un vecindario muy joven, con padres en la treintena y cuarentena", explica Johnny Güimil, profesor y músico que en las últimas semanas ha ejercido de animador de los vermús en la Rúa das Baladas, la calle más alegre del municipio de Barro desde el arranque de la cuarentena gracias a los residentes en varios edificios, que día a día se alientan con música, platos sabrosos, sorteos y un montón de ánimos a los pequeños confinados.
La calle de Barro que nunca deja de sonreír. // Gustavo Santos
"Somos un vecindario muy joven, con padres en la treintena y cuarentena", explica Johnny Güimil, profesor y músico que en las últimas semanas ha ejercido de animador de los vermús en la Rúa das Baladas, la calle más alegre del municipio de Barro desde el arranque de la cuarentena gracias a los residentes en varios edificios, que día a día se alientan con música, platos sabrosos, sorteos y un montón de ánimos a los pequeños confinados.
La calle de Barro que nunca deja de sonreír. // Gustavo Santos
"Somos un vecindario muy joven, con padres en la treintena y cuarentena", explica Johnny Güimil, profesor y músico que en las últimas semanas ha ejercido de animador de los vermús en la Rúa das Baladas, la calle más alegre del municipio de Barro desde el arranque de la cuarentena gracias a los residentes en varios edificios, que día a día se alientan con música, platos sabrosos, sorteos y un montón de ánimos a los pequeños confinados.
La calle de Barro que nunca deja de sonreír. // Gustavo Santos
"Somos un vecindario muy joven, con padres en la treintena y cuarentena", explica Johnny Güimil, profesor y músico que en las últimas semanas ha ejercido de animador de los vermús en la Rúa das Baladas, la calle más alegre del municipio de Barro desde el arranque de la cuarentena gracias a los residentes en varios edificios, que día a día se alientan con música, platos sabrosos, sorteos y un montón de ánimos a los pequeños confinados.
La calle de Barro que nunca deja de sonreír. // Gustavo Santos
"Somos un vecindario muy joven, con padres en la treintena y cuarentena", explica Johnny Güimil, profesor y músico que en las últimas semanas ha ejercido de animador de los vermús en la Rúa das Baladas, la calle más alegre del municipio de Barro desde el arranque de la cuarentena gracias a los residentes en varios edificios, que día a día se alientan con música, platos sabrosos, sorteos y un montón de ánimos a los pequeños confinados.
La calle de Barro que nunca deja de sonreír. // Gustavo Santos
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La calle de Barro que nunca deja de sonreír. // Gustavo Santos
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