La fecha de caducidad de la ITV te puede traer problemas con tu seguro de coche

Una vez que el vehículos cumple cuatro años, todos los conductores se ven en la obligación de pasar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV)  y a medida que la edad va avanzando, será obligatoria cada dos años, pasando a ser imprescindible anualmente a partir de los 10 años. Esta inspección tiene como finalidad velar para que todos los vehículos en circulación estén en buen estado y garantizar que cumplen las normas de seguridad y la normativa de emisiones aplicable según su tipo y edad.

Al ser un trámite obligatorio, las autoridades podrán proceder a sancionar al conductor con una multa si no se circula con la ITV pasada y al día. Está calificado como una infracción grave o muy grave y puede y puede suponer una sanción de hasta 200 euros por circular con la ITV caducada o desfavorable o de hasta 500 euros por circular con una ITV negativa.

Circular con la ITV sin pasar puede suponer un riesgo importante en la carretera y por ello, es algo que desde las aseguradoras se toman muy en serio. Si no pasas las inspección de tu vehículo, tu seguro puede negarse a cubrir los servicios contratados para tu vehículo.

Si el conductor que circula con el vehículo sin la ITV en vigor ha estado implicado en un siniestro pero él no ha tenido la culpa, la compañía aseguradora del otro vehículo seguirá teniendo la obligación de indemnizar o reparar los daños causados. Sin embargo, si eres tú el responsable las circunstancias pueden cambiar.

Tu seguro se hará cargo de la indemnización de los otros vehículos implicados, pero puede no ser así con respecto a tu vehículo y a las lesiones que hayas sufrido. Además, podría incluso a exigirte cubrir los gastos del otro vehículo respaldándose en el hecho de que si el coche hubiera sido revisado, quizá se podría haber evitado el accidente.