La industria automovilística está sufriendo sobremanera la guerra de Ucrania. La gran mayoría han optado por abandonar su actividad en Rusia mientras reajustan su producción a la escasez de componentes que deberían aportar proveedores ucranianos. No obstante, ninguna compañía se ha visto tan afectada como el Grupo Renault, con AutoVAZ, la productora de Lada, operando en Rusia. Durante la presentación de sus resultados comerciales y económicos del primer trimestre, la compañía francesa ya explicó que estaba estudiando qué hacer con su participación mayoritaria, del 68%, en la firma rusa. Ahora, según informaciones que llegan desde Rusia, habría decidido venderla por un rublo, es decir, por un céntimo de euro.

El Grupo Renault, según han anunciado desde la agencia de noticias rusa Interfax citando al ministro de comercio del país, Denis Manturov, vendería el control de AutoVAZ al NAMI, el Instituto Central de Desarrollo de Motores y Automóviles de Rusia. El NAMI, entre otros encargos, prepara los vehículos oficiales para el presidente Vladimir Putin. Según Manturov, este acuerdo está condicionado a que el grupo francés acepte un pago simbólico de un rublo. Por su parte, siempre según la información que llega desde Rusia, el Grupo Renault podría recuperar su participación en AutoVAZ durante un período de entre cinco y seis años, aunque el precio podría subir.

Manturov dice que le costaría “más de un rublo” a Renault recuperar AutoVAZ en el futuro. “Si durante este período hacemos inversiones, estas se tendrán en cuenta cuando debamos poner un precio. No haremos regalos aquí”, advierte en declaraciones a Interfax.

Renault en Rusia

Renault cuenta en Rusia con AutoVAZ, que produce los vehículos de la marca Lada, que representaron el 22% de la cuota del mercado ruso el año pasado, y con una planta en Moscú, que producía tres vehículos para la marca Renault basados en la plataforma del Dacia Duster antes de la suspensión de su actividad. La primera medida que tomó el grupo francés para reducir su presencia en el mercado ruso fue, precisamente, detener su factoría en la capital mientras seguía estudiando el destino de AutoVAZ.

La compañía francesa compró el 25% de AutoVAZ en 2008 por más de 1.000 millones de euros, participación que fue creciendo sostenidamente hasta conseguir su control en 2017. Desde entonces, ha invertido para modernizar su planta de Togliatti, donde produce los vehículos de Lada. En el primer trimestre, las ventas de Lada se desplomaron un 33,1% hasta las 60.608 unidades, aunque se mantuvo como la tercera marca más vendida del grupo tras Renault y Dacia. Su facturación desde el país gobernado por Putin retrocedió un 16% hasta los 900 millones de euros, de los cuales 527 millones procedían de AutoVAZ y 367 millones de Renault Rusia. Pese a la caída, Rusia supuso el primer trimestre casi el 10% de los 9.750 millones de euros que ingresó la compañía. Según las estimaciones del Grupo Renault, el impacto de su salida de Rusia podría alcanzar los 2.800 millones de euros.

La del Grupo Renault es solo una de las operaciones que está llevando a cabo Rusia para recuperar el control de empresas locales bajo el mando de compañías extranjeras que quieren abandonar el país a raíz de la invasión de Ucrania. Según un informe de la Yale School of Management, más de 750 compañías se encontrarían en esta situación y Rusia está estudiando cada caso para decidir su futuro.